Apl. a la obra taraceada de
piedras o vidrios, generalmente de varios colores. • Suelo de baldosas en el
piso de los edificios. Según sus aplicaciones arquitectónicas, existen dos
tipos de mosaicos: el empleado
Según sus aplicaciones
arquitectónicas, existen dos tipos de mosaicos: el empleado generalmente en los
pavimentos de mármol, cerámica o piedras de colores, y el de esmalte, de gran
importancia suntuaria en la decoración de bóvedas y paredes.
Jonás y la ballena |
La técnica del mosaico, nacida en
Caldea y Egipto, se desarrolló principalmente en Alejandría y de allí pasó, por
una parte, hacia Siria, Asia Menor y Bizancio, y, por otra, hacia Sicilia y
Roma, que la propagó dentro del Imperio. La escuela de mosaiquistas romanos se
desarrolló a partir del s. -1 y alcanzó pleno apogeo en época de Augusto. Las
fechas de los mosaicos son poco seguras, ya que sus diferentes técnicas
sobreviven y se entremezclan. Plinio cita un pavimentum barbaricum, de
técnica muy rudimentaria y tosca, obtenido con cantos de río. Los mosaiquistas
romanos distinguían cuatro tipos de mosaico: opus tessellatum, pavimento
compuesto por teselas de mármol de color, que reproducían temas ornamentales e
incluso pinturas; opus vermiculatum, de teselas menores, cuya
composición sirvió de partida a la gran composición musivaria; opus musivum,
aplicado a la decoración de muros y bóvedas, en la que se empleaban teselas de
esmalte y vidrios opacos, mediante la adición de óxidos metálicos; opus
sectile, semejante al anterior, con una variedad procedente de Egipto, opus
alexandricum. Los mosaicos romanos, especialmente los usados en los
pavimentos, formaban combinaciones geométricas y grecas acompañadas de figuras
de animales, paisajes, escenas mitológicas e históricas. Los mosaicos
cristianos, a partir del s. IV, representan escenas bíblicas (Daniel entre
los leones, Jonás y la ballena, etc.). Una de las composiciones romanas más
importantes es la que representa a AleJandro y Daría en la batalla de lso, que
adornaba la exedra de la Casa del Fauno en Pompeya (Museo Nacional de Nápoles).
Sacrificio de lfigenia, Empúries |
En España, en el primer período
del arte musivario (s. -1 a 11) se emplea en los recuadros una decoración a base
de esvásticas, meandros y rombos, sobre un piso continuo de arcilla roja, y en
el interior rectángulos y polígonos de una sola línea de teselas (Empúries,
Mataró, Tarragona). Más adelante, en el centro del opus tessellatum,
puramente geométrico, se incluyen los "emblemas" hechos en opus
vermiculatum (Sacrificio de lfigenia, Empúries). En Elche se han
encontrado piezas de temas vegetales de opus sectile. Bajo los Antoninos
el tessellatum adquiere extraordinario desarollo, en detrimento del vermiculatum.
El empleo del emblema de gran tamaño perduró durante largo tiempo. En España,
son célebres los mosaicos de Itálica, Mérida, Carmona, Tarragona, Zaragoza,
etc.
En el Imperio Bizantino, el arte
musivario alcanzó una gran perfección. Entre los mosaicos bizantinos más
notables, hoy desaparecidos, hay que citar los de la iglesia de los Apóstoles,
en Constantinopla, y, entre los conservados, los de Chipre (iglesia de la
Panagia Angeloktistos, Kiti). Constantinopla legó a Occidente el uso del mosaico
a través del exarcado de Ravena, la muestra más importante de este arte (San
Apolinar Nuevo, San Vitale, San Apolinar in Classe, etc.; s. VI). La segunda
época de oro del arte bizantino (ss. XI-XII), creó obras muy bellas en
Constantinopla (iglesia del Salvador), Kiev (Santa Sofía), Venecia (San
Marcos), Salerno (catedral), etc.
Los mosaicos árabes derivan de
los bizantinos, hasta el punto que los procedimientos materiales y artesanos
empleados proceden de Constantinopla. Hacia 1300 la decadencia del arte
musivario era casi completa. Sin embargo, en el s. XVI los papas, al decorar la
basílica de San Pedro, quisieron formar una escuela, pero sólo el veneciano
Luigi de Pace consiguió resultados positivos en sus mosaicos sobre cartones de Rafael.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
Artistas del Mosaico