Matisse, Henri (Le Cateau, 31 de diciembre de 1869 - Niza, 3 de noviembre de 1954) Pintor y escultor francés. Máxima figura del fauvismo. Se formó como abogado y hasta 1891 no se dedicó totalmente a la pintura. Estudió en el taller del pintor simbolista G. Moreau, que le alentó a desarrollar su propia personalidad y a estudiar las colecciones del louvre. Conoció a Camille Pissarro y descubrió la pintura impresionista, que ejerció gran influencia en su propia obra: La mesa del comedor (1897). En 1899 se interesó por la técnica divisionista de los neoimpresionistas. En 1905, en la localidad de Collioure, realizó una serie de telas que significaron un giro en su estilo: las pequeñas manchas del divisionismo se convirtieron en pinceladas amplias y vigorosas, y los colores adquirieron gran intensidad emocional, no realista, a base de contrastes de complementarios, verde y rojo, amarillo y violeta: Ventana abierta y Mujer con sombrero son obras representativas de esta nueva etapa, que fue bautizada como fauve (salvaje) cuando los cuadros se exhibieron en París. Surgió así el fauvismo, uno de los movimientos pictóricos más importantes del s. XX. A partir de esta época Matisse rompió con el impresionismo para valerse únicamente del color, de la misma forma en que el poeta se vale de la palabra. Conoció a Picasso y a Apollinaire. Un par de viajes al norte de Africa habían de inspirarle Desnudo azul (1906) y Recuerdo de Biskra (1907). En estos años Matisse desarrolló un estilo maduro, basado en el uso de contornos lineales muy marcados y en la supresión de detalles y de sombreados. En sus cuadros también suprimió la simulación del espacio mediante la perspectiva, configurando así unas telas en las que predomina el elemento plano y que recuerdan por ello los estampados de los textiles orientales.
Aunque el fauvismo fue un movimiento básicamente anárquico y experimental, Matisse siempre buscó un equilibrio en sus armonías de color, en temáticas en las que predomina la sensualidad y el optimismo: Alegría de vivir (1906), Lujo, calma y voluptuosidad (1905), El lujo (1907), La danza ( 1909) y La música (1939). En otra serie de obras más representativas de la estética fauve la fuerza expresiva del color domina sobre la voluntad de equilibrio: Armonía en rojo (1911 ), Estudio en rojo (1915), El pez rojo (1916).
A partir de 1912 alcanzó fama Internacional, y en 1920, tras la I Guerra Mundial, se estableció en la Riviera francesa; su pintura se hizo más amable, como reflejo de un mundo de lujo, flores y telas preciosas, Figura decorativa sobre fondo ornamental (1928). Como ilustrador realizó admirables versiones de los poemas de S. Mallarmé (1932), del Ulysses, de Joyce, y de Les fleurs du mal, de Baudelaire (1947). También publicó un libro con sus propias reflexiones sobre el arte y la vida. En 1950, poco antes de morir, diseñó todos los elementos decorativos, vidrieras, murales, objetos litúrgicos, de la capilla del Rosario en Saint-Paul-de-Vence, cerca de Niza. Junto a Pablo Picasso, es considerado una de las grandes figuras del arte del s. XX.
Matisse, la reinvención constante
Retrato de Margarita leyendo de Henri Matisse (Museo de Grenoble). El artista pintó a su hija Margarita como una colegiala. Empleó una técnica sencilla, sin modelar las formas ni detenerse en dibujar sus rasgos. Esta pintura figura . :! entre las cinco que Matisse envió en 1906 al Salón de Otoño; no llamó especialmente la atención porque La joie de vivre, pintada el año anterior, era mucho más violenta y había sentado con mayor claridad las bases del fauvismo.
Matisse, la reinvención constante
Sin embargo, esta liberación no tendrá como base la apariencia de desorden, de ingenuidad o de ignorancia, ni el rechazo de las disciplinas de escuela. Muy al contrario, los artistas no reclaman aquella libertad hasta que tienen plena conciencia de haber alcanzado los medios necesarios para su oficio. Estos jóvenes pintores son excelentes alumnos y trabajan conscientemente para aprender la técnica, antes de aventurarse en innovaciones. Incluso Matisse, que daría pruebas tan evidentes de independencia, prosiguió durante años su aprendizaje como artesano escrupuloso, frecuentando asiduamente el Musée du Louvre, estudiando a los grandes maestros, copiando sus cuadros, hasta el punto de llegar a exponer en el tradicional Salón de la Société Nationale des Beaux Arts.
En los primeros años de nuestro siglo, su admiración por Cézanne y el ejemplo de los neoimpresionistas le inducen a una actitud menos prudente y provoca un escándalo con su absoluta intransigencia, tanto en el empleo de los colores más brillantes como en el dibujo o la composición. Considera que este género de investigaciones es la finalidad de la pintura, y pone en tela de juicio aquella noción de estricta imitación de la realidad que ha provocado los malentendidos entre el artista y el público.
Retrato de Margarita leyendo de Henri Matisse (Museo de Grenoble). El artista pintó a su hija Margarita como una colegiala. Empleó una técnica sencilla, sin modelar las formas ni detenerse en dibujar sus rasgos. Esta pintura figura . :! entre las cinco que Matisse envió en 1906 al Salón de Otoño; no llamó especialmente la atención porque La joie de vivre, pintada el año anterior, era mucho más violenta y había sentado con mayor claridad las bases del fauvismo.