Dirección:
14, Rue de La Rochefoucauld.
F-75009 París.
Tel (+33) 148 743 850.
www.musee-moreau.fr
Sala del museo. |
Una de las mejores maneras que hay para introducirse en el universo del simbolismo no sólo pasa por conocer sus creaciones poéticas o pictóricas, sino entrando literalmente en el mundo en que vivieron estos artistas. Afortunadamente, aún hoy en día se conservan algunos de los estudios-casa donde vivieron, ejemplos que nos ayudan a comprender su manera de pensar.
Santiago Rusiñol en el Cau Ferrat (Sitges, Barcelona), Fernand Khnopff en Bruselas (actualmente destruido), Félicien Rops en Namur (convertido hoy en museo), Franz von Stuck en la villa que se hizo construir en Munich, o Maurice Denis en Saint-Germaine-en-Laye (ambos hoy en día visitables), son sólo algunas muestras. Y entre ellos, hemos de situar en un lugar singular el Musée Gustave Moreau, uno de los más curiosos de París y favorito de artistas como André Breton.
El edificio actual se halla en un barrio que en la época se conocía como la "Nueva Atenas", quizás porque en ella se concentraron un buen número de casas de artistas, como la de Delacroix. De cualquier forma, por aquel entonces se estaba urbanizando el terreno, pues se encontraba un poco en las afueras de París.
El edificio, una casa humilde, fue un regalo que el padre de Gustave Moreau le hizo a su hijo en 1852. Después de haber estado viviendo aquí casi 50 años, el pintor sólo se apercibió de su valor al final de su vida, cuando prácticamente vio que la rehabilitación arquitectónica del edificio sería la mejor manera de preservar su producción del paso del tiempo, legada para las generaciones futuras.
Hada con grifos. Acuarela de Moreau, cuyo exuberan-
te colorido, que pone de relieve el frágil cuerpo anaca-
rado del hada, parece anticiparse a las composiciones
abstractas
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Para ello, en 1895 le encargó el proyecto a un amigo suyo, el arquitecto Dainville (y a su joven colaborador Albert Lafon), cuya principal intervención fue la creación de dos grandes galerías para dar cabida a las obras mor¡umentales -inacabadas- de Moreau que éste, aún, guardaba en su poder. De hecho, el mismo pintor se encargó de la ubicación de las diferentes piezas de su colección.
Es en estas salas donde se pueden contemplar algunas de sus pinturas más conocidas como Los pretendientes, El regreso de los argonautas, Zeus y Sémele o Los unicornios. Asimismo, hay abundante obra gráfica, que se puede consultar mediante vitrinas o cajones dispuestos en armarios. Tanto o más protagonismo que todo esto lo merece la escalera en serpentinata que une los dos pisos, así como los enormes ventanales que dan entrada a una gran cantidad de luz.
Más obra suya se reparte en las diferentes estancias de esta casa-museo, que es sin duda el lugar donde se concentra la mayor cantidad de obra de Gustave Moreau -más de 14.000-, y por lo tanto, una cita ineludible para cualquier estudioso del movimiento simbolista. Otros espacios que hoy en día se pueden visitar son la habitación, el comedor, el tocador o el gabinete de recepción, que dan cuenta a la vez de la vida íntima de la época y del pintor. De la misma manera, se pueden ir descubriendo obras de otros artistas que Moreau admiró, como Rembrandt, Flaxman, Chassériau, Delaunay, o Degas.
El museo se inauguró el14 de enero de 1903, casi cinco años tras la muerte de Moreau, y su primer director fue el pintor Georges Rouault, su discípulo predilecto.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.