Renacimiento. Cinquecento. Manierismo.
Pontormo, Jacopo Carrucci, llamado il (Pontormo, Empoli, 24 de mayo de 1494 - Florencia, 2 de enero de 1557) Pintor italiano. Estudió junto a Leonardo y Piero di Cosimo, pero su verdadero maestro fue Andrea del Sarto, quien ejerció una gran influencia en su primera época. Después de la muerte de éste, Pontormo fue el pintor más famoso de Florencia; bajo la influencia de Miguel Ángel y Durero su última época se hizo más espiritual y anticlásica. Colaboró con Sarto y ranciabigio en los lunetas de un salón de la villa real de Poggio a Caiano (h. 1521) Entre 1522 y 1524 pintó, con destino al claustro de la cartuja de Val di Ema, cinco escenas de la Pasión, ayudado por Bronzino. En la iglesia de Santa Felicita pintó su obra maestra, El descendimiento de la cruz (1526), de admirable expresión lineal y gran transparencia cromática, y más tarde, en la Pieve di Carmignano, la Visitación, La Virgen con Santa Ana (Louvre) y el Martirio de San Mauricio (Galleria Pitti), de estilo más forzado y color más vivo.
Se formó en los talleres de Leonardo y de Andrea del Sarto, y está considerado en la actualidad como uno de los manieristas más interesantes. Pintor inquieto y angustiado, realizó durante toda su vida una búsqueda de nuevas formas de expresión, lo que le condujo -a través de la pintura alemana, en particular la de Durero- a abandonar el clasicismo académico por una visión más rica en rasgos expresionistas. Estas características se pueden observar en la Visitación pintada en 1530, donde rivaliza con Miguel Ángel, pero del que se distingue por una dolorosa introspección, una profunda melancolía y un cromatismo y una luminosidad absolutamente nuevos y originales.
En los últimos años de Pontormo, cada vez se hace más importante la influencia de Miguel Ángel. Por desgracia, sus obras de este último período son escasas (Sagrada Familia, retratos de la familia Médicis, etc.), pues los grandes ciclos de pinturas murales que realizó, han sido destruidos. Cuando murió estaba pintando en el presbiterio de San Lorenzo, de Florencia, los frescos que narraban los orígenes de la humanidad, el Diluvio, la Resurrección y el Juicio Final. Estas obras, en las que al parecer impresionaba su sentido enigmático de soledad, desesperación y muerte, fueron destruidas en el siglo XVIII porque desagradaba su tono melancólico. En los mismos momentos en que Pontormo, neurótico y angustiado, era rechazado por los poderosos de su tiempo, Bronzino era aclamado como el pintor estimado de la aristocracia florentina.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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