Barragán Morfín, Luis Ramiro (Guadalajara, Jalisco, México; 9 de marzo de 1902 - Ciudad de México, 22 de noviembre de 1988), más conocido como Luis Barragán, fue un ingeniero y arquitecto mexicano del siglo XX, ganador del Premio Pritzker en 1980. Entre sus obras se destacan la Casa Luis Barragán y Casa Gilardi, el Faro del Comercio, el barrio Jardines del Bosque y el conjunto escultórico monumental Torres de Satélite.
Biografía
Nació el 9 de marzo de 1902 en el seno de una próspera y católica familia de hacendados de Jalisco. Fue hijo de Juan José Barragán y Ángela Morfín. Pasó su niñez al lado de su padre en el barrio de Santa Mónica de Guadalajara, su ciudad natal. Tuvo seis hermanos, tres mujeres y tres hombres,
Solía pasar sus vacaciones y prolongadas estancias en la hacienda de Corrales, ubicada en las inmediaciones de La Manzanilla de la Paz, Jalisco. La experiencia infantil de esas estancias en el campo, en el entorno rural mexicano, en la naturaleza serrana donde se encontraba la hacienda familiar, dejaría una profunda huella que se reflejaría en su creación artística dando como resultado la «definición de un estilo mexicano universal».
Estudió en la Escuela Libre de Ingenieros de Guadalajara, donde conoció y entabló una profunda y perdurable amistad con personajes como Rafael Urzúa Arias y Pedro Castellanos. Su interés por la arquitectura, según afirmaba él mismo, había nacido fundamentalmente de la influencia del arquitecto Agustín Basave, uno de sus maestros.
Entre 1919 y 1923, Luis Barragán estudió ingeniería civil en la Escuela Libre de Ingeniería de Guadalajara siguiendo los cursos opcionales para obtener simultáneamente el grado de arquitecto bajo la tutela de Agustín Basave. Recibió su título en 1923.
Viajó a Francia y España de 1925 a 1926, al llegar a París asiste a la Exposición de Artes Decorativas de 1925. Una de las imágenes que más le impresionó en esa época fue la foto de un jardín diseñado por Ferdinand Bac, que en ese año había publicado un libro titulado Jardins enchantés, y se inició entonces una relación personal entre ambos.
Posteriormente tiene un encuentro con las culturas mediterráneas, tanto europeas como musulmanas, que influyeron en su arquitectura (en especial con las ciudades mediterráneas, la jardinería y el uso expresivo del agua y con la Alhambra de Granada). Conoció a Le Corbusier en 1931, cuando asistió a sus conferencias en París y tuvo la oportunidad de conocer su obra.
A su regreso, la Escuela Libre de Ingeniería no entregaba más títulos de arquitectura, por lo que, aun habiendo cumplido con los requisitos, no pudo obtener su título oficial como arquitecto. Durante el resto de su vida firmó, alternativamente, como ingeniero, como arquitecto o como arquitecto paisajista.
Entre 1927 y 1936 ejerció su práctica profesional en Guadalajara remodelando y proyectando casas, con un estilo derivado de las influencias de la arquitectura mediterránea como de las locales. Su primera obra en forma fue la remodelación de la casa de Emiliano Robles León, notable abogado tapatío, y cuya casa se situaba en la esquina de las calles Pavo y Madero, en pleno centro de la ciudad de Guadalajara.
En dicha remodelación, destacó el trabajo de la madera en barandales y puertas, diseñadas por el mismo Barragán, así como el patio central, dotado de una fuente. Encantado por el resultado de la obra del joven arquitecto, el Lic. Robles León le encargó posteriormente el proyecto para diversas casas para renta, así como el de su casa de descanso en Chapala. En parte gracias a la buena fama que adquirió con estas obras, Barragán ganó fama en la ciudad y los encargos se multiplicaron.
En 1931 viajó a Nueva York donde conoció a Frederick Kiesler y publicó, por primera vez y en el extranjero, su obra en Architectural Review y House and Gardens. Posteriormente se trasladó a la Ciudad de México, y realizó varias construcciones dentro del género habitacional, de inspiración funcionalista y con carácter netamente comercial, en su etapa conocida como racionalista.
Sin embargo, su interés por los jardines y la arquitectura paisajista y su deseo de no depender financieramente de sus clientes, lo llevó a la práctica de promotor inmobiliario. En 1945 diseñó y creó el plan de urbanización del Pedregal de San Ángel, junto a otros arquitectos, entre ellos Max Ludwig Cetto Day cuya casa fue la primera erigida en la zona. En 1940 adquiere unos terrenos en Tacubaya donde construye una primera casa (después conocida como Casa Ortega), y posteriormente su propia residencia anexa a un taller en 1947, la cual fue incluida por la UNESCO en su lista de Patrimonio Mundial en el año 2004 y que manifiesta plenamente su propio lenguaje arquitectónico.
Inscrito dentro de una polémica post-revolucionaria sobre identidad nacional, su obra posterior se basa en una retórica sobre arquitectura vernácula universal que Barragán formula con antecedentes del norte de África, España, y zonas rurales de su natal estado de Jalisco. Esto se vio enriquecido cuando en 1951 visita Marruecos, lo que se traduce en un lenguaje formal de construcciones masivas, con gruesos muros y aberturas dosificadas, donde los acabados son de marcada textura y con brillantes colores que Barragán creyó identificar como de extracción popular. Elementos como el agua y la luz, juegan un papel fundamental en sus proyectos, casi siempre enriquecidos por jardines.
Entre 1955 y 1960 restauró el Convento de las Capuchinas Sacramentarias en Tlalpan, en 1957 realizó el proyecto de escultura urbana de las Torres de Satélite en colaboración con el escultor Mathias Goeritz y el pintor Jesús Reyes Ferreira, posteriormente en 1976 construyó la Casa Gilardi de la cual sobresale el uso del color en el comedor-piscina. Su discurso sobre arquitectura vernácula coincidió en los años 60 y 70 con intereses estructuralistas y de semiótica de la arquitectura. Basado en estos intereses, el mundo arquitectónico de Nueva York lo lanzó al estrellato internacional mediante la muestra de 1976 del Museo de Arte Moderno de Nueva York llamada "The Architecture of Luis Barragán".
Fue miembro del SAM y del AIA, y a raíz de la exhibición de 1976, obtuvo el premio nacional de arquitectura en 1976, pero su mayor reconocimiento lo consiguió en 1980 cuando se hizo acreedor al segundo Premio Pritzker de la historia, considerado como el equivalente al Premio Nobel en Arquitectura. Murió el 22 de noviembre de 1988 aquejado por el mal de Parkinson. En homenaje a este arquitecto, uno de los talleres de la Facultad de Arquitectura de la UNAM lleva su nombre.
Fuente: https://es.wikipedia.org
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