Rembrandt, Harmensz van Rijn o Rhijn, llamado (Leiden, 15 de julio de 1606 - Amsterdam, 4 de octubre de 1669) Pintor, dibujante y grabador holandés.
Es uno de los máximos exponentes de la pintura europea del s. XVII. Tras casi un año de estudios en la universidad de Leyden, su ciudad natal, su padre, un molinero, ante su vocación por la pintura, le llevó al taller de un oscuro pintor local, y más tarde le envió a Amsterdam, al estudio de Pieter Lastman, un destacado pintor que había estado en Italia y conocía el claroscurismo de Caravaggio y también el del alemán Elsheimer. Al cabo de seis meses, Rembrandt regresó a Leyden (1625) y abrió su propio taller.
Comenzó por pintar escenas de la Biblia y asuntos históricos de estilo tradicional (La lapidación de San Esteban, 1625, Museo de Lyon; San Pablo en prisión, 1627, Museo de Stuttgart; La clemencia de Tito, 1626, Museo de Leyden), obras en las que se percibe la influencia del claroscurismo de Lastman. Tras la muerte de su padre (1630), Rembrandt se trasladó definitivamente a Amsterdam (1632) y comenzó a ser reconocido como un excelente retratista. Se casó con Saskia van Uylenburgh, hija de un comerciante en obras de arte, e inició la época de sus mayores éxitos (1632-36). Entre ellos hay que destacar La lección de anatomía del Dr. Tulp (1632, Museo de La Haya), Saskia como Flora (1634, Museo del Ermitage, San Petersburgo), Saskia con sombrero (1634, Museo de Kassel), Saskia con velo (1635, Galería Nacional de Washington) y Tobías curado por su hijo (1636, Galería del Estado, Stuttgart), así como numerosos autorretratos en los que aparece con aire juvenil y alegre (Galería de los Uffizi, Kassel, Berlín, Louvre). A partir de 1636 comenzó a interesarse por el paisaje (Paisaje con un puente de piedra, 1636; Rijksmuseum, Amsterdam), por el cielo tormentoso y los huidizos rayos de sol. El cuadro que centra la evolución del período comprendido entre 1636 y 1642 es Ronda de noche (1642, Rijksmuseum), tal vez su obra cumbre, que, sin embargo, no fue comprendida por sus coetáneos, que no supieron apreciar la dinámica disposición de sus múltiples personajes, ni los magníficos y dramáticos efectos de luz y color.
Coincidiendo con la muerte de Saskia, en 1642, el número de encargos disminuyó y su economía sufrió graves quebrantos que culminaron en la bancarrota total y la venta de muchas de las obras de arte que había ido acumulando. En esa época el pintor hizo numerosos retratos de los miembros de su familia, especialmente de Hendrickje, que había pasado a cuidar de su casa y de su hijo, Titus, y que se constituyó en compañera fiel del pintor hasta su muerte y en protagonista de muchas de sus mejores obras de este período de madurez: Hendrickje en el lecho (Galería Nacional de Edimburgo), Betsabé con la carta de David (1654, Louvre), y probablemente de Muchacha que se baña en un riachuelo (1655, Galería Nacional de Londres).
Los temas bíblicos son tratados por Rembrandt con una mentalidad perfectamente adecuada al protestantismo triunfante en los Países Bajos: La Sagrada Familia de la cortina (1646, Gemaldegalerie, Kassel), Cristo y la adultera (1644, Galería Nacional de Londres), José y la mujer de Putifar (1656, Museo de Berlín). Le atraía especialmente la infancia de Jesús (Adoración de los pastores, 1646, Galería Nacional de Londres).
Entre los desnudos cabe destacar, por ser el más monumental e italianizante, el de Betsabé (1654; Louvre). En los retratos se concentró cada vez más en el estudio del rostro y las manos, y se adentró en la psicología de los personajes. Destacan los autorretratos, en los que se perciben los avatares de su vida (museos de Boston, Viena, col. Frick de Nueva York, Galería Nacional de Washington, etc.).
Otras obras importantes de este período son: Toro despellejado (1655, Louvre), Los síndicos del gremio de los pañeros (1665, Rijksmusuem), El juramento de los bátavos (1662, Museo de Estocolmo), La novia judía (h. 1665, Rijksmuseum) y El hijo pródigo (1667, Ermitage, San Petersburgo). Como géneros independientes el artista cultivó el dibujo y el grabado, en los que alcanzó grandes logros expresivos. Realizó unos 1 .400 dibujos y alrededor de 400 grabados. Rembrandt fue el primer pintor holandés que rompió la influencia de la pintura italiana en los Países Bajos, si bien sus contemporáneos no llegaron a comprenderle y su arte no fue plenamente valorado hasta el s. XIX.
En el siglo XVII la pintura holandesa no tiene más que un tema: los Países Bajos; es decir, sus ciudades y sus ciudadanos, sus campos, sus sociedades de tiro ... Esta pintura tiene una vida puramente local: se pintan flores para el dormitorio del burgomaestre, escenas de calle para el abogado, el retrato del pastor. Los artistas más célebres de la época tomaron parte en este análisis general de sí mismo hecho por todo un pueblo: Frans Hals pintó los banquetes de las sociedades cívicas; Vermeer, la casa. Rembrandt fue el autor de una Lección de anatomía, de una Ronda de milicianos, de un Retrato de grupo de los síndicos de los pañeros. Él, como los demás, cumplió perfectamente con la función de pintor, tal como era concebida en su país.
⇨ Retrato de María Trip de Rembrandt (Rijksmuseum, Amsterdam). Obra que refleja un prototipo de dama holandesa que perteneció a la rica burguesía del siglo XVII. Rembrandt se recreó evidentemente en la costosa blonda y en las perlas auténticas. La aplastante seguridad de esos ojos demasiado abiertos que en su encanto no sugieren ni el misterio ni la dorada fantasía de aquellos otros personajes de Rembrandt, protagonistas de sus relatos bíblicos. No se conoce la biografía de María Trip, pero por su retrato se diría que fue una mujer que tuvo en la vida pocas dudas.
Si se distingue de los otros es por su genio. Rembrandt fue el único de los artistas de su tiempo que abordó diferentes temas, el único también que expresó una inquietud metafísica profunda; el único en haber pintado y grabado, ¡con qué sensualidad!, desnudos, el único en haber tratado los mitos que ocupaban a los pintores de otros países, en particular a los tan cercanos flamencos.
Si se distingue de los otros es por su genio. Rembrandt fue el único de los artistas de su tiempo que abordó diferentes temas, el único también que expresó una inquietud metafísica profunda; el único en haber pintado y grabado, ¡con qué sensualidad!, desnudos, el único en haber tratado los mitos que ocupaban a los pintores de otros países, en particular a los tan cercanos flamencos.
En realidad, los museos holandeses no muestran claramente que Rembrandt tuviera maestros y discípulos. La pintura holandesa no fue sólo un inventario poético de los bienes de ese mundo metódicamente conducido al amparo de las influencias extranjeras. Fue una pintura con profunda originalidad y su difusión tuvo una importancia universal: el paisaje salvaje de la escuela de Barbizon tuvo su inicio en Holanda y en Ruysdael.