Dalí y Doménech, Salvador (Figueres, 11 de mayo de 1904 – 23 de enero de 1989) Pintor español. En 1927 realizó los primeros cuadros surrealistas, y dos años después se incorporó oficialmente al grupo surrealista de París, del que fue el miembro más revolucionario. Utilizó su "método paranoico-crítico", cuyos principios se emplazan en la frontera de la invención y el delirio. Consiste en utilizar plásticamente los pensamientos y sueños de los dementes, pero sin perder la razón. Su primera exposición individual en la capital de Francia es de 1929, año en que se estrenó Un chien andalou, filme que realizó con Luis Buñuel y que es paradigmático de la cinematografía surrealista. Hasta 1941 pintó sus mejores lienzos surrealistas, definidos por la variedad de elementos, la maleabilidad de los objetos sólidos, las obsesiones, las alusiones sexuales, las yuxtaposiciones de objetos y seres, las metamorfosis, etc. La publicación del libro Vida secreta de Salvador Dalí por Salvador Dalí (1942) supuso el inicio de una etapa de autoanálisis y síntesis que desembocó en un período "místico", al que siguieron otros dedicados al arte tridimensional, la holografía, etc. Alentado por su musa y esposa Gala, con la que vivió desde 1929 hasta la muerte de ésta en 1982, y dotado de una capacidad extraordinaria de trabajo, el artista compartió la pintura con el grabado, la literatura, la escenografía, el diseño de joyas y la publicidad. Objeto de gran cotización económica, el pintor se halla representado en los mejores museos del mundo, los cuales le han dedicado numerosas exposiciones antológicas. En 1974 se inauguró en Figueres, su ciudad natal, un museo dedicado al pintor. De su obra destacan La miel es más dulce que la sangre (1927), El gran masturbador ( 1929), El espectro del sex-appeal (1934), Premonición de la guerra civil (1936), La cesta del pan (1945) y Cristo de San Juan de la Cruz (1951 ).
Participó en las actividades del movimiento entre 1929 y 1936. Además, fue el único surrealista que magnificó la gloria personal, el oro, la monarquía y Dios. Sus referencias plásticas a Picasso, Chirico, Max Ernst, Miró, Tanguy y Magritte caracterizan sus obras de los primeros tiempos, a la vez que su constante empleo de la técnica académica de los contemporáneos de Meissonier. El resultado sorprende con una colección de imágenes que se pretende delirante y chocante: relojes blandos, personajes con párpados sostenidos por muletas y atrofia o hipertrofia de los miembros. Todo este carnaval para-freudiano, acomodado a una teoría llamada "paranoico-crítica", sirvió de trampolín a una gloria comercial que se apoyaba en la extravagancia de la vestimenta y la exuberancia de los bigotes. En 1941, André Breton puso en su lugar a la obra de Dalí en estos términos: "A despecho de una innegable ingeniosidad en la realización de su propio escenario, la obra de Dalí, desfavorecida por una técnica ultrarretrógrada (vuelta a Meissonier) y desacreditada por una indiferencia cínica con respecto a los medios de imponerla, ha dado desde hace mucho tiempo signos de pánico y no se ha salvado más que organizando su propia vulgarización. Hoy cae en el academicismo -un academicismo que por su sola autoridad se declara clasicismo- y desde 1936, por otra parte, ha dejado de tener la menor relación con el surrealismo".