Gauguin, Paul (París, 7 de junio de 1848 - Atuona, isla Dominica, 8 de mayo de 1903) Pintor francés, considerado uno de los más importantes representantes del postimpresionismo.
Su obra ha sido fundamental en el desarrollo del arte contemporáneo. En 1849 su familia embarcó para Perú, y su padre murió durante el viaje. Así, unos años de su infancia transcurrieron en Lima, hasta que en 1855 regresó con su madre a Francia. Se alistó en la marina mercante y, en 1868, en la de guerra, y tomó parte en el conflicto franco-prusiano. En 1871 se instaló en París y trabajó como empleado de una agencia de cambio y bolsa. En esta etapa empezó a interesarse por el arte y se formó como pintor con Camille Pissarro. En 1880 expuso por primera vez con el grupo de los impresionistas y, a partir de 1883, decidió dedicarse exclusivamente a la pintura. En 1886 formó parte de un grupo de pintores que acudían al pequeño pueblo de Pont Aven (Bretaña) en busca de ambientes naturales alejados de la civilización urbana. Entre ellos estaba Émile Bernard que, inspirándose en el arte popular y en la técnica de las vidrieras emplomadas, introdujo en su pintura contornos en negro muy marcados, cerrando las manchas de color; esta técnica, denomina da cloisonné, sería adoptada en adelante por Gauguin. La visión después del sermón ( 1888) es la obra más representativa de esta etapa, en que rompió con el impresionismo para iniciar una búsqueda cada vez más personal de las posibilidades expresivas del color. Descubrió que era posible utilizar el color como símbolo o equivalente pictórico de sus emociones o sentimientos, sin necesidad de copiar de forma fiel lo que veía. El crítico de arte y pintor Maurice Denis definió la técnica desarrollada por Gauguin como "sintetismo", porque el pintor, ante un paisaje, no pretendía reproducirlo de manera que pudiera ser reconocido, sino que sólo deseaba captar algunos de sus elementos esenciales para crear "una superficie plana cubierta de colores dispuestos en un cierto orden". En 1888 el pintor pasó unos meses con Van Gogh en Aries y, en 1891, decidió marchar a la lejana isla de Tahití, en la Polinesia, en busca de una forma de cultura más auténtica, no pervertida por la modernidad. Regresó a Francia en 1893 y marchó dos años después a Autana, en las islas Marquesas, donde murió en 1903.
Durante su estancia en la Polinesia la pintura de Gauguin adquirió un estilo maduro, caracterizado por la simplificación de los motivos, los colores planos sin matices de luces y sombras y una gran originalidad que deriva de su voluntad de recuperar la sinceridad y la pureza del arte primitivo. La Orana Maria -Dios te salve, María(1891-92) es una de las primeras obras del período tahitiano, junto con Noa-Noa -Naturaleza perfumada- (1892), Manaó Tupapaú -El espíritu de los muertos vela (1892), o Arearea -Divertimiento- (1892). ¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿Adónde vamos? (1897-98), es un cuadro de grandes dimensiones y una de las obras más representativas del ambiente poético y sugerente que el pintor buscó en aquellos años. Aún así, su vida distó mucho de ser paradisíaca, ya que padeció constantes problemas de salud, tuvo graves dificultades económicas a lo largo de su vida y frecuentes enfrentamientos con las autoridades coloniales. Sin embargo, su pintura mantuvo siempre la serena belleza de los primeros años, como en El caballo blanco (1898), Dos tahitianas (1899) y El oro de sus cuerpos (1901).
La influencia de Gauguin fue muy importante ya en la época de su estancia en Pont Aven: Paul Sérusier y Maurice Denis transmitieron sus ideas a Édouard Vuillard y Pierre Bonnard, que formarían el grupo conocido como los na bis o profetas. Su tratamiento del color fue uno de los puntos de partida de Henri Matisse en su desarrollo del fauvismo, así como para Edvard Munch y el movimiento del expresionismo. Su gran aportación al arte contemporáneo consistió en romper con el concepto de pintura como representación, en favor de una pintura como transmisión de conceptos expresivos y estéticos.
Gauguin, la evasión en el primitivismo
⇦ Autorretrato de Paul Gauguin (Musée d'Orsay, París) La composición muestra un rostro frío, violento y algo cínico. Aquí Gauguin todavía no ha sido vencido: defiende a los indígenas de la manipulaCión de los blancos hasta quedarse él solo contra todos. La pobreza, la enfermedad, la soledad le acecharán toda su vida, pero él les opondrá este gesto desafiante, trágico y racional a un tiempo. Y lo mantendrá a pesar de todo hasta aquel 1903 en que, en las remotas islas Marquesas, morirá persiguiendo su sueño de una vida más sencilla, más auténtica y menos corrompida.
Gauguin, la evasión en el primitivismo
Paul Gauguin, nacido en 1848, un par de lustros más tarde que Cézanne (1839), Monet (1840) y Renoir (1841), no llegó a conocer el impresionismo en su época de elaboración (es decir, antes de 1874), sino en la de su plenitud, demasiado tarde ya para darle el sello de una nueva aportación personal.
Lo vivió como una iniciación, no como un descubrimiento personal, con lo que su carácter aventurero no podía sentirse satisfecho con este papel pasivo. Porque, tanto por temperamento como por las circunstancias de su vida, Gauguin llevó muy pronto sobre sí el sello de la aventura.
A los pocos meses de su nacimiento, a causa de que su padre, que era periodista, temía las consecuencias políticas de la subida del príncipe Luis Napoleón al poder, la familia abandonó Francia y se instaló en Perú, donde su madre tenía parientes. El padre muere durante la travesía. Al cabo de unos años de vida fastuosa, la madre regresa a Francia con sus hijos y se instala en provincias, donde lleva una vida más modesta.
⇦ Autorretrato de Paul Gauguin (Musée d'Orsay, París) La composición muestra un rostro frío, violento y algo cínico. Aquí Gauguin todavía no ha sido vencido: defiende a los indígenas de la manipulaCión de los blancos hasta quedarse él solo contra todos. La pobreza, la enfermedad, la soledad le acecharán toda su vida, pero él les opondrá este gesto desafiante, trágico y racional a un tiempo. Y lo mantendrá a pesar de todo hasta aquel 1903 en que, en las remotas islas Marquesas, morirá persiguiendo su sueño de una vida más sencilla, más auténtica y menos corrompida.
El joven Paul deja entrever su afán de independencia, hasta el punto de resultarle difícil trabar amistad con otros muchachos y de intentar fugarse; llegó incluso a enrolarse -en cuanto le fue posible-en la marina mercante, por no haber sido admitido en la Escuela Naval. Algunos años de navegación, la guerra contra Alemania (1870), la desmovilización (1871) y la vuelta a la vida civil, en la que empieza a tener éxito como empleado de un agente de Bolsa. Su carrera de financiero queda bruscamente interrumpida por el gran hundimiento bursátil de 1882.
Sin empleo, no le queda otra posibilidad que dedicarse a la pintura, cuyos rudimentos había aprendido algo después de su retorno a la vida ciudadana, en compañía de una joven danesa, Mette Gad, con la que se ha casado y que le da, en pocos años, cinco hijos. La crisis financiera interrumpe súbitamente la tranquila holgura de la joven pareja. Gauguin, que llevaba unos diez años pintando en sus ratos de ocio y que incluso había participado en las últimas exposiciones impresionistas, decide entregarse por entero a la pintura, ante la imposibilidad de encontrar otros medios. Los primeros resultados no corresponden a sus esperanzas. Muy pronto se ve obligado a llevar una vida más modesta. Intenta instalarse en provincias (en Ruan, en 1884) y luego marcha a Copenhague (en 1885), donde su esposa cuenta con el apoyo de la familia. Al cabo de unos pocos meses, el fracaso resulta absoluto, tanto moral como materialmente.