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Donatello (h.1386-1466)

La estatua de Donatello
fuera de la galería de los Uffizi


Donatello, Donato di Nicolo di Betto Bardi, llamado (Florencia, h. 1386-Fiorencia, 1466) Escultor italiano. Fue el más importante escultor florentino del s. XV, anterior a Miguel Ángel, y una de las personalidades más representativas del Renacimiento. Trabajó junto a Ghiberti y, a partir de 1406, inició sus trabajos en la catedral de Florencia junto a Nanni di Banco. Su primera obra independiente es un David en mármol (1408-1409), que se conserva en el Museo del Bargello (Florencia), en el que todavía aparece influido por las formas del estilo gótico.

   Hacia 1411 viajó a Roma con Brunelleschi para conocer las esculturas de la antigüedad clásica, que le proporcionarían la clave del que sería en adelante su estilo propio, en el que junto a la composición y forma clásicas, conserva un cierto patetismo gótico, plasmado en figuras de tamaño algo mayor que el natural - San Juan Evangelista (1413-15), para la catedral, y San Marcos (1417), para Orsanmichele, ambas de Florencia-.

   En 1417 esculpió también su famoso San Jorge para Orsanmichele, hermosa figura masculina considerada como un prototipo del caballero y héroe cristianos; a los pies de la estatua hay un relieve, San Jorge matando al dragón, en el que gracias a las suaves gradaciones que le imprimió el artista se logran bellos efectos de perspectiva que preludian los de una serie de obras maestras: El festín de Herodes (Baptisterio de Siena), Asunción de la Virgen (Nápoles).

   Tras un segundo viaje a Roma, hacia 1430, Donatello alcanzó su plenitud, que se manifiesta de modo soberbio en la Cantoría (1433-1439) de la catedral de Florencia, en la que los pequeños ángeles cantores danzan alegremente entre columnillas de gusto clásico sobre un fondo de mosaico dorado.

   En 1440 realizó una de sus más famosas esculturas, el David en bronce (Bargello), uno de los primeros desnudos del Renacimiento, de clara ascendencia romana.

   Entre 1443 y 1453, Donatello residió en Padua, para cuya catedral realizó diferentes obras y, sobre todo, su famosa estatua ecuestre, en bronce, del condotiero Gattamellata (1447) inspirada en la célebre estatua ecuestre de Marco Aurelio. Las obras realizadas en Padua influyeron poderosamente en el arte de la Italia septentrional.

   Hacia 1456 Donatello regresó a Florencia, donde todavía llevó a cabo obras de excepcional intensidad expresiva y patética, entre las que destacan la Crucifixión (Bargello), la Magdalena penitente (Baptisterio) y la Judith de la plaza de la Señoría.


Donato di Niccoló di Betto Bardi, más conocido como Donatello, consta que en 1403 era ayudante de Lorenzo Ghiberti, y que en 1406 obtuvo sus primeros encargos de esculturas en mármol para la Puerta de la Mandorla del Duomo de Florencia; por tanto, aún con las dudas que corresponden a cuanto se deduce de las declaraciones en el registro de bienes (1382, 1386, 1387), es probable que el año de su nacimiento fuera el 1386. Por tanto, su iniciación en el arte se produce en años de gran actividad creadora en Florencia, sobre todo en la catedral, en el Or San Michele e incluso en el Baptisterio, que se quería completar con puertas de bronce.

A finales del siglo XIV se produjo en estos talleres del Duomo un injerto de motivos figurativos clásicos de gran maestría en el tradicional gótico toscano: los pilares de la Puerta de la Mandorla y otras puertas del costado derecho, la Anunciación, hoy en el Museo dell’Opera del Duomo, etcétera. Donatello despierta al arte cuando se alcanzan los primeros acordes entre el estilismo gótico y la modulación clásica de la figura. El más grande exponente de este segundo “gótico clásico” será Lorenzo Ghiberti, desde 1402, y casi durante medio siglo, en las puertas del Baptisterio de Florencia.

Detalle de una de las puertas de bronce de la Sacristía Vieja de Donatello (Iglesia de San Lorenzo, Florencia). Se ha considerado a Donatello el más genial escultor de todo el arte florentino. Su influencia fue decisiva no sólo entre los escultores de su generación, sino también en la evolución de la pintura en Italia. Estos dos santos dialogando, de empuje tan clásico, son un ejemplo de su modo de trabajar. 

David de Donatello

 

Donato di Niccoló di Betto Bardi, más conocido como Donatello, nació en Florencia en 1386, y junto con Alberti, Brunelleschi y Masaccio, fue uno de los más célebres representantes del estilo renacentista. Fue ayudante de Ghiberti cuando tenía 17 años, y más tarde trabajó con Brunelleschi, con quien aparentemente realizó su primer viaje a Roma para estudiar los monumentos de la antigüedad clásica.

Desde sus comienzos, Donatello revela una tendencia clásica y realista e influencia de la escultura gótica, pero desarrolla un estilo propio basado sobre todo en la fuerza emocional. Su obra se caracteriza por utilizar modelos y principios escultóricos de la antigüedad, poniendo cada vez más énfasis en el realismo y dramatismo de la acción y llegando a superar a los clásicos con su sorprendente naturalismo.

Realizado por encargo de Cosme de Médicis entre los años 1430 y 1435, el David de Donatello es el primer desnudo exento de la escultura renacentista. La obra representa al joven David con un sombrero coronado de amarantos, una espada en la mano derecha y una piedra en la izquierda.

Su postura, que apoya su peso sobre la pierna derecha mientras la otra descansa sobre la cabeza del gigante muerto, le otorga una sinuosidad que revela la influencia del griego Praxíteles. Puede decirse que la armonía de la escultura es perfecta. Cada una de las partes del cuerpo, llenas de sensualidad, guarda un exacto equilibrio. En palabras de Vasari: “es una figura tan natural y de una belleza tal que resulta increíble para los artistas que no haya sido moldeada sobre un modelo viviente”.

Donatello era un autor para el que la expresión, tanto de sentimientos como de la personalidad de los personajes, era tan importante como la fidelidad en el diseño de la anatomía. Precisamente en este aspecto, Donatello supera a los griegos en el sentido de que esculpe personas, no ideales. En este caso, el David es retratado como un joven sensual y alegre por la victoria, que no se regocija en la cabeza de su víctima sino en la propia gracia y poder de su cuerpo, como si el resultado de su triunfo fuera tomar conciencia de su fuerza y belleza.

Además, el acabado del bronce, que parece imitar el aspecto de la piel humana, revela la intención de Donatello de hacer del David una obra verosímil.
Con respecto a su contenido, el David nos remite a la historia bíblica del joven pastor judío que mata al gigante filisteo Goliat y que está relatada en el Antiguo Testamento -Samuel, 17-. Es por lo tanto una obra de tema religioso, pero sólo en apariencia. La interpretación que puede atribuirse al David de Donatello, atendiendo a su contexto de producción, está más bien relacionada con la persona que le hizo el encargo, Cosme de Médicis, prohombre florentino que al devolver el poder a la República de Florencia se identifica con el personaje bíblico. Se trata de un símbolo de la victoria sobre sus enemigos, de manera que el David se asocia a la figura de Cosme regresando del exilio como un triunfador y por tanto su finalidad es conmemorativa y simbólica.

La pieza, realizada en bronce hacia 1430, mide 158 cm de altura y se encuentra en el Museo Nazionale del Bargello, Florencia.


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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