Serie de tendencias en pintura,
escultura y artes gráficas, que rechazan la copia o imitación de todo modelo
exterior a la conciencia del artista.
Abstracción y figuración
Se entiende por arte abstracto
aquel que prescinde de toda figuración (espacio real, objetos, paisajes,
figuras, seres animados e incluso formas geométricas si se representan como
objetos reales, con iluminación y perspectiva); según esta acepción, una obra
abstracta no puede hacer referencia a algo exterior a la obra en sí misma, sino
que propone una nueva realidad distinta a la natural. En un sentido
más amplio, si tenemos en cuenta que la representación incluye siempre cierto
grado de abstracción porque recurre a elementos como la línea y el color,
inexistentes como tales en la naturaleza, la abstracción es una cuestión de grado.
En este caso, arte abstracto es aquel que extrae algo de la realidad natural y
lo simplifica.
Orígenes de la abstracción
El camino hacia la abstracción en
arte ha seguido dos vías_ Por un lado, la búsqueda de la expresión a través de
la pincelada libre producida por el gesto intuitivo del artista: Wassily Kandinsky inició este camino con sus Improvisaciones
(191 0-12), pinturas que son una maraña de líneas y manchas de color sin
ningún orden formal Dio origen al llamado expresionismo abstracto, que alcanza
su máxima popularidad en los Estados Unidos, en los años posteriores a la II Guerra Mundial
Por otro lado, la abstracción siguió el camino de la experimentación con formas
geométricas que simbolizan por si mismas el espacio y los valores esenciales:
es la vía seguida por Piet Mondrian, el teórico más importante del
neoplasticismo. Sus Composiciones están
formadas por cuadrados con colores primarios y líneas negras dispuestas como
verticales y horizontales. Dio lugar al movimiento denominado abstracción
geométrica.
Sin ser propiamente una forma de
abstracción, el cubismo, estilo pictórico iniciado a partir de 1908 por Pablo Picasso y Georges Braque, marcó el inicio de la ruptura con el arte figurativo,
ya que implicó la renuncia a los métodos clásicos de representación (modelado
con luces y sombras, espacio construido según las leyes de la perspectiva
geométrica) para buscar una nueva forma de plasmar la realidad tridimensional
en una superficie plana.
En escultura, el camino hacia la
abstracción se inició también con el cubismo: la Cabeza de mujer (1909) de Pablo Picasso significó la ruptura con
los métodos escultóricos tradicionales, que fueron sustituidos por la
yuxtaposición de planos y volúmenes angulares que ya no pretenden representar
una forma anatómica. Constantin Brancusi dio un paso más al renunciar a
cualquier relación formal con la apariencia externa del objeto; en 1920, su
escultura en bronce pulido, Pájaro en el
espacio, no fue reconocida como "obra de arte" por los
funcionarios de aduanas de Estados Unidos, lo que dio lugar a una importante
polémica sobre el concepto mismo de "obra de arte".
Evolución de la abstracción
En París, algunos pintores
evolucionaron a partir del cubismo
hacia una pintura de formas geométricas que aludía tan solo al movimiento y la
sensación cósmica de la luz mediante el color y la línea; el artista más
representativo de este movimiento denominado orfismo fue Robert Delaunay. En Rusia, la victoria de la revolución
bolchevique generó un movimiento vanguardista, dirigido por Vladimir Tatlin,
Antoine Pevsner y Naum Gabo, que defendía un arte integrado en la nueva realidad
soviética denominado constructivismo.
Otra tendencia del arte ruso, el suprematismo impulsado por Konstantin Málevic,
consideraba la creación artística como un quehacer desvinculado de los
problemas de la vida practica. Ambos movimientos tenían en común la voluntad de
construir una nueva realidad, experimental y moderna, a partir de las
innovaciones estilísticas de la abstracción europea. La Bauhaus, escuela de
arte y diseño creada en Alemania en 1919 para impulsar la renovación de las
artes, difundió activamente la nueva tendencia no figurativa en pintura y
escultura, en especial en su vertiente geométrica, y en sus aplicaciones a la
arquitectura y el diseño industrial En los años anteriores a la II Guerra Mundial
la Bauhaus fue clausurada por la Gestapo y la mayoría de sus profesores, Walter
Gropius, L. Mies van der Rohe, Joseph Breuer y W. Kandinsky, se vieron forzados
al exilio. Muchos marcharon a París y finalmente se instalaron en los Estados
Unidos, donde prosiguieron con su labor de difusión del arte abstracto.
Paralelamente, primero en Suiza y luego en París, surgió un nuevo movimiento
que cambió por completo el panorama del arte abstracto: el dadaísmo. Este
movimiento proponía la poética del absurdo, la renuncia a producir mas obras de
arte, para centrarse en acciones y provocaciones contra el sentido común o las
reglas de la moral, que obligaran al espectador a reflexionar sobre la esencia
misma del arte como una práctica indisolublemente ligada a la vida. Se basó en la pura
negatividad y pronto dio paso a otro movimiento que intentó dar un fundamento a
los valores intuitivos propugnados por los dadaístas: fue el surrealismo,
fundado por André Breton.
En la segunda mitad del siglo XX
se consolidó el arte abstracto en sus múltiples variantes, pero la tendencia
básicamente racionalista que había predominado en el período de entreguerras
fue sustituida por movimientos que valoraban más la intuición en la creación
estética. El expresionismo abstracto deriva de W. Kandinsky y tiene como
máximos representantes a Jackson Pollock, Franz Kline y Willem de Kooning. El
informalismo es la denominación que a veces recibe en Europa el expresionismo abstracto, pero se diferencia
de este último por su insistencia en las posibilidades ilimitadas de la
experimentación libre con la materia y las texturas.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
Artistas del Arte abstracto
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