Renacimiento. Quattrocento italiano.
Mantegna, Andrea (Pádua, h. 1431-Mantua, 13 de septiembre de 1506) Pintor italiano. Se formó artísticamente en el taller del pintor Francesco Squarcione, estudioso apasionado de la historia y el arte de la Roma antigua, que fue decisivo para la formación de Mantegna." cuya primera obra, los frescos de la capilla Ovetari (en la iglesia de los Eremitani de Padua, 1448-54), destruidos durante la 11 Guerra Mundial , muestran su pasión por el clasicismo romano, la reconstrucción arqueológica y la búsqueda de la perspectiva. Con Squarcione permaneció seis años, período durante el cual firmó obras independientes, como la tabla del altar de la capilla de San Lucas, en Santa Giustina de Brera (1453). Siguiendo cronológicamente su catálogo, puede coonsiderarse una de sus primeras consecuciones plenas la tabla destinada al altar de San Zenón de Verona (1459), fragmentos de la predela, de la cual se conservan la Crucifixión (Museo del Louvre), Agonía en el Huerto de los Olivos y Resurrección (Museo de Bellas Artes, Tours).
En 1454 se casó con la hija de Jacopo Bellini y en 1457 entró al servicio de la familia Gonzaga , en Mantua, para quien realizó sus más famosas y trascendentes obras y donde pasó la mayor parte de su vida. Decoró la famosa Camera degfi sposi, su obra capital de esta época, en el castillo de la citada familia. Otra obra importante de este período es la que realizó para Francesco Gonzaga, los Triunfos de César (Hampton Court), extraordinaria versión renacentista del heroísmo clásico en un desfile procesional ya cincocentista. A ese período debe pertenecer asimismo La dormición de fa Virgen (1461; Museo del Prado), una pequeña obra maestra de perfecto equilibrio y serenidad. En 1488-90 viajó a Roma y pintó obras de gran interés: Madonna de los querubines (1485; Galería Brera, Milán), Madonna de fa Victoria (1495; Louvre). En las obras de los últimos años parece volver a su estilo primitivo, a un renovado sentido arqueológico de las figuras (Triunfo de Escipión, Londres) y a un clasicismo revigorizado, que culmina con el Cristo Muerto de la Galería Brera , soberbio estudio de escorzo, dominado por un gran expresionismo plástico. Su obra como grabador corre paralela a la realizada en Florencia por Pollaiuolo.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
Obras comentadas