Renoir, Pierre-Auguste (Limoges, 25 de febrero de 1841 - Cagnessur-Mer, 3 de diciembre de 1919) Pintor francés. Nacido en el seno de una familia de tradición artesana, se formó como pintor de porcelanas, pero su aptitud para el dibujo le llevó a estudiar pintura en el estudio del pintor suizo de tendencia clasicista Charles Gleyre. En su estudio trabó amistad con los jóvenes pintares Alfred Sisley, Claude Monet y Jean-Frédéric Bazille. En el verano de 1864 los cuatro estudiantes de pintura se reunieron en el bosque de Fontainebleau para dedicarse a pintar directamente de la naturaleza, prescindiendo de la segunda etapa de ejecución del cuadro, que tradicionalmente se realizaba en el estudio a partir de esbozos previos. Esta inic1ativa marcó el comienzo del movimiento impresionista, que se dio a conocer al público en la exposición colectiva de 1874. De esta época son su Diana cazadora (1867), La familia Sisley (1868) y La bañista y el grifón (1870), que denotan todavía una influencia directa de la obra de Courbet.
La pintura de Renoir ilustra a la perfección la técnica impresionista, que consiste en sugerir la vibración de la luz mediante multitud de pequeñas pinceladas de colores muy brillantes, de los que se excluye el negro. Los impresionistas fueron duramente criticados en sus inicios y Renoir pasó muchas penurias en sus comienzos como pintor profesional. Sin embargo, su interés preferente por la figura humana, en detrimento del paisaje, le apartó del grupo originario y le sirvió para labrarse cierta reputación como retratista de mujeres y niños de la clase media adinerada. Sus obras más destacadas de esta primera etapa son El Palco, Le Moulin de la Galette, El Almuerzo de los barqueros y Mme. Charpentier y sus hijos.
La obra de Renoir del período 1880-1890 supone una ruptura con la técnica impresionista, ruptura surgida a raíz de un viaje a Italia y a su admiración por el clasicismo de Rafael. Posteriormente, y a partir de diversas estancias en el sur de Francia, consolidó un estilo propio caracterizado por pinturas llenas de luz y de color, cuyo tema central son las bañistas. A pesar de padecer un grave reumatismo, que poco a poco le haría perder la movilidad, trabajó con éxito la escultura del cuerpo femenino (Venus, Lavandera agachada, etc.), gracias a la colaboración de su asistente Richard Guino, que dio forma a sus concepciones escultóricas. Se retiró a la pequeña población de Cagnes-sur-Mer, en el sur de Francia, y siguió pintando hasta el final de su vida a su mujer y a sus hijos con la misma intensidad vital de sus comienzos.
Renoir, la voluptuosidad del color
⇦ Lise con sombrilla de Pierre-Auguste Renoir (Folkwanmuseum, Essen). En Marlotte, el pueblo donde se aloja en 1865, Renoir conoce a Courbet y se une a Lise Tréhot, su compañera y modelo favorita hasta 1872. Lise está ataviada con un elegante vestido blanco que tiene como contrapunto el largo lazo de raso negro que le envuelve la cintura y cuelga hasta el suelo. La sombrilla, como el lazo, es de color negro, contrastando con el pequeño sombrero de color claro.
Renoir, la voluptuosidad del color
En todas esas virtudes le igualó Pierre-Auguste Renoir (1841-1919), nacido en Limoges, en el seno de una familia numerosa y de muy modesta condición. El padre de este futuro extraordinario artista trabajaba para un sastre, y con el fin de mejorar de situación, en 1845 se había trasladado con toda la familia a París.
Pierre-Auguste era el penúltimo de los cinco hijos de aquella familia, un mozalbete alegre, pero de carácter muy formal, el cual a los trece años hubo de buscarse empleo, ya que en los hogares como el que tuvo Renoir en su infancia y adolescencia todos deben contribuir a aliviar y hacer menos penoso el esfuerzo paterno.
El chico parecía mostrar buena disposición para la música, pero como también demostraba tener mucha afición a hacer dibujos, se le empleó en un taller de pintura de porcelanas.
Hay muchas y buenas biografías de Renoir, especialmente el gran volumen que publicó su íntimo amigo Georges Riviére.
⇦ Lise con sombrilla de Pierre-Auguste Renoir (Folkwanmuseum, Essen). En Marlotte, el pueblo donde se aloja en 1865, Renoir conoce a Courbet y se une a Lise Tréhot, su compañera y modelo favorita hasta 1872. Lise está ataviada con un elegante vestido blanco que tiene como contrapunto el largo lazo de raso negro que le envuelve la cintura y cuelga hasta el suelo. La sombrilla, como el lazo, es de color negro, contrastando con el pequeño sombrero de color claro.
Hay muchas y buenas biografías de Renoir, especialmente el gran volumen que publicó su íntimo amigo Georges Rivière. Renoir era afable, un alma diamantina, aunque en sus últimos años con los achaques se tornó algo huraño. Fue un hombre extraordinario que, como Monet y como Cézanne, en su madurez gustaba de explicar las cosas de su mocedad. En lo referente a su profesión de pintor de porcelanas, le contaba a Ambroise Vollard lo siguiente: “Mi cometido consistía en diseminar sobre el fondo blanco de los ejemplares que decoraba pequeños ramilletes que se me pagaban a razón de cinco sous la docena. Cuando se trataba de adornar grandes piezas, los ramitos eran mayores. Esto suponía un aumento del precio -mínimo, en verdad, porque el dueño del negocio era de la opinión que, en interés de sus propios “artistas”, había que guardarse de “cubrirlos de oro”-. Todas esas piezas de vajilla se destinaban a los países de Oriente. Añadiré que el patrono no descuidaba de poner en ellas la marca oficial de la manufactura de Sèvres”.