Dirección:
18, rue Antoine Bourdelle.
75015 París (Francia).
Tel.: (+33) 1 49 54 73 73.
http://www.bourdelle.paris.fr
Esculturas en una sala del Musée Bourdelle, París. |
El escultor Antoine Bourdelle proyectó, a partir de 1922, la construcción de un Museo que habría de albergar buena parte de su producción, con la intención de que ésta permaneciera unida y en la ciudad de París. Sin embargo, y tras varios intentos fallidos, el artista murió en 1929 sin ver terminada la obra. La idea de Bourdelle tenía su inspiración en el Museo Rodin del Hotel Biron, pero, a diferencia del que había sido su maestro y amigo, Bourdelle quería construir un edificio nuevo para exponer la colección, y así poder disponer de un espacio perfectamente adaptado a la idiosincrasia de sus esculturas. En el archivo del Museo se conservan varios bocetos hechos por el artista, en los que queda patente su gran creatividad y su pasión hacia el mundo antiguo.
Finalmente, durante los años 1930, la familia del artista consiguió salvar de la especulación inmobiliaria el solar en el que Bourdelle tenía su taller, y se decidió a promover la construcción del Museo en el mismo terreno, hoy cercano a la Torre Montparnasse. De este modo, los trabajos dirigidos por el arquitecto Henri Gautruche terminaron en 1949, quedando así inaugurado el Musée Bourdelle, que se ha ampliado en varias ocasiones hasta la actualidad.
Estatuas en el patio del Musée Bourdelle, París. |
A principios de la década de 1960 se construyó el llamado Grand Hall, un vasto vestíbulo en el cual exhibir las obras de grandes dimensiones del artista de Montauban. Por otra parte, en 1992, el arquitecto Christian de Portzamparc concibió una ampliación del Museo, incrementando su superficie en más de 1.600 m2, por su extremo noroeste. Esta última remodelación ha permitido ganar en espacio expositivo; además se han ampliado las zonas de almacenaje y de oficina y se ha cambiado de emplazamiento el acceso principal al Centro.
El Musée Bourdelle cuenta con casi una veintena de espacios diferentes, organizados en torno a un precioso jardín al aire libre, decorado con algunas de las obras más representativas del escultor, como Faune et chévres o Art pastoral. El jardín da paso a varias zonas de exposición, como el gran vestíbulo, en el que el visitante podrá contemplar piezas monumentales, tales como Centaure mourant, Pénélope o el magnífico Héraklés archer. Además, rodea el jardín central un porche estructurado en dos niveles que alberga relieves realizados por Bourdelle.
Por otra parte, el jardín también da acceso a las dependencias privadas del escultor y su familia, así como a su taller particular y al de su amigo Eugene Carriere. Ambos espacios se han conservado prácticamente sin tocar desde la muerte del artista, siendo unos de los lugares con más encanto del Museo. Finalmente, un pequeño jardín posterior permite la entrada de luz a las pequeñas salas de exposición de la zona oeste del Centro, que enlazan la parte antigua del Museo con la más nueva, la ampliación de 1992.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.