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Alte Pinakothek de Munich

Dirección:
Barer Strasse, 27.
D-80799 Munich (Alemania).
Tel : (+49) (0)89 23805 216.

Vista de la fachada de la Alte Pínakothek de Muních, obra de Leo von Klenze.
 La Alte Pinakothek de Munich conserva en sus dependencias una rica selección de pintura europea de los siglos XIV al XVIII. Así, el Museo alberga una completa muestra del arte del continente, desde el fin de la Edad Media hasta los albores del rococó. Otras dos instituciones de la ciudad, la Neue Pinakothek y la Pinakothek der Moderne, con sus colecciones de arte de los siglos XIX y XX, respectivamente, ponen el broche de oro a la aproximación al arte moderno y contemporáneo que ofrece al visitante esta bella ciudad bávara.

Las obras que se exponen en la Alte Pinakothek proceden de las colecciones particulares de los antiguos dirigentes de la región, la estirpe de los Wittelsbach. La colección se inició a mediados del siglo XVI, cuando el duque Guillermo IV de Baviera comisionó una serie de pinturas de temas históricos clásicos destinadas a su residencia particular en Munich, ejecutadas por los artistas más destacados de la época. Pocos años después, su sucesor en el trono mandó construir el Kunsthammer, un edificio en el que se exponían desde curiosidades naturales hasta obras de arte. Ya en el siglo XVII, dos otros miembros de la Casa de Wittelsbach adquirieron piezas de DureroRubens, que pasaron a engrosar sus colecciones privadas. También durante esta centuria, los nobles bávaros consiguieron hacerse con una buena muestra de arte primitivo flamenco e italiano.

Aspecto interior de una de las salas de exposición de la Alte Pinakothek de Munich.
Fue el monarca Ludovico I quien, tras reunir las colecciones de su familia y ampliarlas mediante varias compras de gran importancia, financió la construcción del edificio que alberga hoy el Museo, cuyo proyecto encargó al arquitecto Leo von Klenze. Inaugurado en 1836, fue remodelado después de la II Guerra Mundial por Hans Dóllgast, el cual optó por simplemente cubrir con ladrillo las zonas reconstruidas, en aras de hacer patente la destrucción implícita en toda contienda bélica. La notoriedad de este inmueble le llevó a ser catalogado, durante los años 1950, como edificio histórico a proteger.

El visitante hallará en la Alte Pinakothek más de setecientas obras de los artistas más destacados del Renacimiento y Barroco europeos. Así, descubrirá el Entierro de Cristo, de Fra Angélico; La última cena de Giotto; La Anunciación, de Fra Filippo Lippi; una Virgen y niño de Leonardo da Vinci y la Sagrada Familia Canigiani, de Rafael. Por otra parte, podrá observar catorce pinturas de Rubens, entre las que destaca El Juicio Final; cuatro óleos de Rembrandt, entre los que podemos mencionar El sacrificio de Isaac; varias obras de Durero y de los Brueghel. A su vez, la Alte Pinakothek posee también obras de origen español, como El expolio, de El Greco; y diversas pinturas de Murillo, Zurbarán y un retrato de Velázquez.


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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