Páginas

Artistas de la A a la Z

Mostrando entradas con la etiqueta Magritte René. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Magritte René. Mostrar todas las entradas

René Magritte (1898-1967)



Magritte, René (Lessines, 21 de noviembre de 1898-Bruselas, 15 de agosto de 1967) Pintor surrealista belga.

Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Bruselas y se empleó como diseñador en una fábrica de tapices. Guiado por un sincero interés por el conocimiento del mundo externo, comenzó a pintar en sus ratos libres. Su obra, en un principio cubista, bajo la influencia del dadaísmo y de G. De Chirico, y gracias a una larga estancia en París, captó gradualmente lo insólito y misterioso del surrealismo, corriente de la que fue una de las primeras figuras. En sus cuadros reproduce con técnica absolutamente académica objetos y personas convencionales agrupados de manera paradójica (Tiempo amenazador, 1928; Búsqueda de lo absoluto III, 1940; La difícil travesía, 1946, etc.). 


El surrealismo se enriqueció con un reclutamiento de peso, consistente en la persona de René Magritte, que vivía en Bruselas rodeado por los poetas E. L. 'T. Mesens, Paul Nougé, Louis Scutenaire, Camille Goemans y André Souris.

Juntos habían constituido una Sociedad del Misterio en cuyo seno los acontecimientos de la vida ordinaria y los elementos de la percepción cotidiana eran objeto de una glosa poética que la pintura de Magritte traducía en imágenes. "Magritte - escribe Breton- es el primero que, a partir del objeto más humilde, apostó ... sobre su "punto de fuga" y quiso abarcar todo lo que se descubre más allá. Fue así como se situó en óptimas condiciones para hacer que el analogon de Constantin Brunner hiciera constantes viajes de ida y vuelta entre la" realidad relativa", percibida por los sentidos, y la "realidad absoluta", deseada por el espíritu". Las imágenes de Magritte, hechas al estilo de las "lecciones de cosas"; sin buscar en absoluto efectos plásticos, ofrecían entre 1926 y 1930 cierto aspecto de soledad, como si el pintor se hubiera prohibido a sí mismo ir más allá de la simple representación de la idea, y contrastaban vivamente con el barroquismo suntuoso de las composiciones de Max ErnstMasson o Miró. Su técnica se refinó considerablemente entre 1932 y 1940 y, más aún, en los últimos diez años de su vida, pero siempre en el sentido de otorgar mayor precisión al objeto representado. La pintura de Magritte hace pensar en algún magisterio iniciático cuyas enseñanzas se dirigieran a las nociones de identidad y de propiedad de las cosas. Dos textos relativamente recientes de Henri Michaux, En révant á partir de peintures énigmatiques, y de Michel Foucault, Ceci n 'est pas une pipe, han subrayado la proyección psicológica y filosófica de esta obra que, difamada durante mucho tiempo, es hoy objeto de constante aumento de valoración internacional. El verdadero resorte de la pintura de Magritte, tal como él mismo quiso hacer que lo comprendiéramos, fue su deseo de suscitar el equivalente del sentimiento de misterio experimentado por él en distintos momentos de su infancia y juventud, y sobre todo el experimentado ante películas mudas de episodios, como Judex, Fantomas o los Misterios de Nueva York.



Las cómplices del mago de René Magritte (Colección Lizzola, Milán). Obra pintada en 1927 por uno de los más interesantes representantes del surrealismo. Este pintor belga dio una de las posibles claves para la lectura de su obra al afirmar: "No hay duda de que un sentimiento puro y vigoroso, llamado erotismo, me ha salvado de caer en la búsqueda tradicional de una perfección formal. Mi interés reside particularmente en provocar un choque emocional". Esta extraña composición, a base de elementos perfectamente realistas, ejerce una fascinación mágica, a la vez que abre posibilidades a la imaginación.  

Punto al Arte