Agostino Di Duccio (Florencia, 1418-Perugia, h. 1481) Escultor italiano, formado en Florencia. Notable por la originalidad, delicadeza y frescor de sus figuras y composiciones, en las que domina la línea por encima del volumen. Decoró el Templo Malatestiano en Rímini (1447-54) y realizó la capilla de San Bernardino en Perugia (1473-75)
Agostino di Duccio es quizás de todos los escultores de la “generación de la gracia” el que mejor personifica la transformación que la escultura florentina experimentó en una dirección abstractizante. Críticos modernos han sostenido que Agostino practicó un desarrollo consciente de las características escultóricas de la antigua tradición medieval y de las correspondientes al arte tardorromano y al bizantino de Ravena.
Esta tesis resulta convincente si se contempla el amplio ciclo escultórico que desarrolló, a partir del año 1450, en el templo Malatestiano de Rímini, en el cual sus figuras de ángeles, sustancialmente anticlásicas y dibujadas con un sinuoso decorativismo preocupado por obtener superficies preciosistas, contrastan con mucha brusquedad contra el intelectualismo duro y severamente romano de la arquitectura de León Bautista Alberti que ya ha sido recogido en un capítulo anterior. El largo friso de relieves, realizado entre 1456 y 1461, para el Oratorio de San Bernardino, en Perugia, y sus Madonnas en mármol (Louvre, Victoria and Albert Museum, Opera del Duomo de Florencia) o en terracota policromada (Bargello de Florencia) permiten estudiar esta reelaboración de formas tardorromanas y altomedievales, conseguida mediante ritmos lineales sinuosos y extremadamente nítidos, que proporcionan a Agostino di Duccio su encanto particular e inimitable.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.