Pissarro, Camille (Saint Thomas, Antillas, 10 de julio de 1830 - París, 13 de noviembre de 1903) Pintor, grabador y litógrafo francés. Nacido en las Antillas, estudió en París; se instaló en esta ciudad en 1855 y residió en ella durante diez años. Amigo de Monet, Renoir, Sisley y Cézanne, se dedicó a pintar con preferencia paisajes, inspirado en los de Corot y Millet, pero dándoles un colorido más atrevido. Junto con Monet, marchó a Londres durante el conflicto franco-prusiano y estudió la obra de Constable y Turner. Se trasladó al norte de París (Orillas del Mame, 1866; Vista de Pontoise, 1868) con Cézanne y vivió una época muy productiva, en que asimiló el sentido constructivo de aquél a la vez que le hacía partícipe de sus técnicas impresionistas. Expuso en el estudio de Nadar con los artistas "rechazados", que a partir de entonces fueron llamados despectivamente "impresionistas" (en 1874), y se convirtió en una especie de patriarca del grupo. Experimentó la técnica puntillista con Seurat (1886-90), pero ello no aportó nada auténtico a su obra. Le apasionaba observar los cambios de la naturaleza, contemplar los mismos paisajes en distintas estaciones y plasmarlos en sus telas, acuarelas, dibujos y grabados con sentido poético. Otras obras importantes: Plaza del teatro francés (Belgrado), Jardín de las Tul/erías (Museo de Arte Moderno, París), Autorretrato (1903; Tate Gallery).
Pissarro, la perspectiva urbana
Pissarro, la perspectiva urbana
Camille Pissarro (1830-1903) fue acaso, entre los autenticos impresionistas, el que demostró más inquietudes, y fue, sin duda, uno de los maestros más dotados con que contó aquella escuela.
Nació en el seno de una familia judía francesa, aunque de origen portugués, en la isla entonces danesa de Santo Tomás, en las Pequeñas Antillas. Después de estudiar el baccalauréat en Francia, volvió a su isla natal en 1847 y estuvo empleado allí en los negocios de su padre, hasta que en 1852 escapó, con un compañero danés, pintor, a Caracas, y recorrió Venezuela hasta 1854. A su regreso al hogar, su padre se resignó a que se dedicara al arte, y lo envió a París.
A poco de su llegada a la capital de Francia, Pissarro se entrevistó con Corot, que no dejó de darle sanos consejos en lo concerniente a la pintura de paisaje, por la que siempre aquel joven sintiera una gran inclinación. Tras unos meses de asistencia a la Escuela de Bellas Artes, se dedicó a pintar bellos parajes de la Isla de Francia, y en 1859, habiendo ingresado en la Academie Suisse, trabó allí amistad con Monet, quien le presentó a sus compañeros.
Route de Louveciennes de Camille Pissarro (Musée d'Orsay, París). Pissarro pintó este cuadro en 1871. Retrata una tierra boscosa cultivada por el hombre, a la manera de las Geórgicas. Generoso y amable por naturaleza, el humilde y colosal Pissarro es, también por su curiosidad, su sentido de la justicia, su impulso humanitario, una de las figuras más admirables del impresionismo. Estas son las frases que enjuician la postura ética de Pissarro, el judío antillano educado en un colegio de Passy. La postura artística la dan los nombres de Sisley, Renoir y Monet, su gran amigo.