Chillida, Eduardo (San Sebastián, 10 de enero de 1924 - San Sebastián, 19 de agosto de 2002) Escultor y grabador español.
Biografía
Se formó como arquitecto en Santiago de Compostela y en Madrid. Como escultor empezó trabajando la madera y el hierro forjado. Desarrolló formas abstractas muy austeras y expresivas; destacó en sus obras la utilización del espacio que la pieza genera en su entorno. Yunques de sueños (1956), Fuente Canto (1959) y Alrededor del vacío IV ( 1968) son las obras más representativas de su primera producción. Supuso una auténtica revolución dentro de la escultura española, ya que desde Julio González nadie se había atrevido a dejar las formas tan desnudas, tan carentes de atributos figurativos. A partir de la década de 1970 empezó a utilizar el acero, materiales pétreos como el mármol y el granito, y el hormigón, en obras para espacios urbanos, que instaló en distintas capitales del mundo. En España cabe citar: Peines del viento (1977), tres piezas de acero situadas frente al mar en San Sebastián; Lugar de Encuentros II o La Sirena varada (1978), pieza de hormigón colgada de un puente del paseo de La Castellana de Madrid, obra de los ingenieros Martínez Calzón y Fernández Ordóñez; Elogio del Agua (1987), estructura colgante en un parque de Barcelona, y Homenaje a la Tolerancia (1992), en Sevilla. Miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1994. Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Venecia (1958), Praemium Imperial de Japón ( 1991) y premio Lifetime Achievement Award (1998), entre otros.
Obra realizada en 1948 por este polifacético artista -pintor, escultor, escritor- que fue uno de los fundadores del grupo surrealista. Su obra es variada, multiforme, caracterizada por un inacabable afán de invención que le llevó tanto a descubrir objetos y a unirlos en extrañas composiciones totémicas como a modelar grandes divinidades de un raro sabor arcaico. (Museo Nacional de Arte Moderno, París). Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
También llamado Charing Cross Bridge fue realizado en 1906. Aquí el color produce violentos contrastes, pero parece seguir ciertas leyes de armonía, ya que los planos de color se escalonan del verde intenso hasta el verde grisáceo del fondo. La pintura se ha aplicado desde luego con rapidez y agresividad, directamente tal y como sale del tubo, como si el ansia de adaptar la forma al color lo dominase todo. Sin embargo, existe cierta estructuración geométrica. (Musée d'Orsay, París)
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