Lefebvre, Jules Joseph (Tournan-en-Brie,
14 de marzo de 1834 - París, 24 de febrero de 1912)1 fue un pintor academicista francés, profesor de la École des
beaux-arts y de la Académie Julian. Especialista en la
pintura de desnudo femenino, fue alumno de Léon
Cogniet.
Biografía y obras
Lefevre ingresó en 1852 en la
Escuela de Bellas Artes con una beca anual de 1000 francos para continuar sus
estudios, siendo alumno de Léon Cogniet. En 1855 participó por primera vez en
el Salón de París, lo que no dejará de hacer en años sucesivos, contabilizándose
hasta 1898 setenta y dos retratos presentados. En 1861 obtuvo el premio de Roma
por su obra La muerte de Príamo. Durante su estancia en Roma estudió a
los grandes maestros italianos. En este período aumentó su interés por los
desnudos femeninos, pintando el primero en 1863. Este mismo año, la pérdida de
sus padres y su hermana lo sumergen en una severa depresión, superadada la
cual, regresó a París con una visión y un acercamiento diferente al arte.
Reconocido retratista, su obra La
Verdad, un desnudo femenino con un espejo (Museo de Orsay) le otorga la
consagración y el reconocimiento del público. En 1870 fue nombrado caballero de
la Legión de Honor y profesor de la Academia Julien, reconocida por la
formación de artistas de ambos sexos, en una época donde las mujeres no eran
admitidas en la Escuela de Bellas Artes. En 1878 y 1886 obtuvo medallas en la
Exposición de París y en 1891 será elegido miembro de la Academia de Bellas
Artes. Finalmente, en 1898 fue ascendido al grado de comendador de la Légion de
Honor.
Con el género de pintura erótica,
tuvo una rivalidad con William Bouguereau, pueden citarse, entre sus obras
conservadas en museos públicos, además de la ya mencionada La Verdad, María
Magdalena en la gruta, propiedad del Hermitage de San Petersburgo y sus dos
obras expuestas en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires: Pandora
y Diana sorprendida.
Gude, Hans Fredrik (Cristianía,
13 de marzo de 1825 - Berlín, 17 de agosto de 1903) fue un pintor noruego, uno
de los máximos representantes del nacionalismo romántico de ese país. Entre sus
obras maestras se encuentran paisajes como Montañas altas (Høifjæld) y La
Procesión nupcial en Hardanger (Brudeferden i Hardanger), esta última una
obra en conjunto con Adolph Tidemand.
Biografía
Fue un niño prodigio, que comenzó
su educación artística desde 1837 como discípulo del pintor danés Johannes
Flintoe, para después ingresar en la Escuela Estatal de Artes y Artesanías, en
Cristianía (Oslo). A los dieciséis años partió para Düsseldorf, Alemania; ahí,
tomó clases privadas antes de ingresar en la academia de arte, donde sería
alumno de Andreas Achenbach. Su carrera profesional se desarrolló
principalmente en Alemania, donde trabajó como maestro de arte en Düsseldorf,
Karlsruhe, y en los últimos veinte años de su vida en Berlín.
Gude recibió en vida varias
condecoraciones extranjeras y reconocimientos honoríficos. En 1893 fue nombrado
caballero con la gran cruz de la Orden de San Olaf. Fue la primera persona en
ser sepultada en el bosque de los hombres ilustres en el Cementerio del
Salvador de Cristianía, cuando éste fue inaugurado, en 1903.
Obra
Sus pinturas paisajísticas
ilustran la grandeza de los paisajes noruegos, muchas veces idílicos, donde
destacan las montañas. En una etapa posterior, los motivos de sus obras se
dirigieron hacia la costa. El uso de la luz y la sombra, las nubes y el alba,
es típico de muchas de sus pinturas. La naturaleza y sus elementos se
representan en toda su fuerza, mientras que la presencia del hombre, apenas
perceptible, es completamente marginal.
Quizás su pintura más conocida es
La Procesión nupcial en Hardanger, que creó en colaboración con Adolph
Tidemand. Gude pintó el paisaje y Tidemand a las personas. El cuadro fue un
pedido del Teatro de Cristianía en 1849, donde un coro interpretaba una pieza
de Halfdan Kjerulf y Andreas Munch sobre el mismo tema. En ese tiempo tanto
Gude como Tidemand se hallaban en Noruega a causa de los disturbios
revolucionarios en Europa Central.
No se puede subestimar su
importancia como preceptor e inspirador de toda una generación de pintores. El
apoyo académico y económico que brindó a varios artistas posteriormente
célebres contribuyó a crear los cimientos de lo que sería una época dorada en
el arte pictórico noruego.
Angus, Rita (12 de marzo
de 1908 - 25 de enero de 1970), conocida como Rita Cook al principio de su
carrera, fue una pintora neozelandesa que, junto con Colin McCahon y Toss
Woollaston, es considerada una de las principales figuras del arte neozelandés
del siglo XX.. Trabajó principalmente con óleo y acuarela, y se hizo conocida
por sus retratos y paisajes.
Biografía
Angus nació como Henrietta
Catherine Angus el 12 de marzo de 1908 en Hastings, Nueva Zelanda. Era la mayor
de siete hijos de William McKenzie Angus y Ethel Violet Crabtree. En 1921, su
familia se mudó a Palmerston North y ella asistió a la escuela secundaria para
niñas de Palmerston North de 1922 a 1926.
En 1927, Angus comenzó a estudiar
en la Escuela de Arte del Canterbury College. Nunca completó su diploma en
bellas artes, pero continuó estudiando hasta 1933, incluidas clases en la
Escuela de Bellas Artes Elam de Auckland. Durante sus estudios conoció el arte
renacentista y medieval y recibió una formación tradicional en dibujo al
natural, naturaleza muerta y pintura de paisajes.
Angus se casó con Alfred Cook, un
colega artista, el 13 de junio de 1930, pero se separaron en 1934 y se
divorciaron en 1939. Angus firmó muchas de sus pinturas como Rita Cook entre
1930 y 1946, pero después de descubrir en En 1941, cuando Alfred Cook se volvió
a casar, cambió su apellido mediante escritura pública a McKenzie, el apellido
de su abuela paterna. Como resultado, algunas de sus pinturas también están
firmadas por R. Mackenzie o R. McKenzie, pero la mayoría están firmadas por
Rita Angus.
Después de un breve período
enseñando arte en Napier, Angus vivió principalmente en Christchurch durante
las décadas de 1930 y 1940.En una situación financiera difícil después de su
divorcio, aceptó diferentes trabajos, incluido el de profesora y como
ilustradora para la prensa. A finales de la década de 1940 sufrió una
enfermedad mental y ingresó en el Sunnyside Mental Hospital en 1949. En 1950 se
mudó a Waikanae para convalecer y luego se instaló en Wellington en 1955.
A principios de la década de
1940, Rita Angus tuvo un romance con el compositor Douglas Lilburn, a quien
conoció en 1941; quedó embarazada pero abortó. La aventura como tal fue breve,
pero la conexión permaneció, y Lilburn estuvo presente cuando murió en 1970. La
aventura entre los dos sólo se conoció después de que se descubrieron cartas en
2002.
A partir de diciembre de 1969, el
estado de Angus se deterioró rápidamente; Murió en el Hospital de Wellington de
cáncer de ovario el 25 de enero de 1970, a la edad de 61 años
Arte
Cass, que Angus realizó en 1936,
ha sido llamada "una de las imágenes icónicas de la pintura neozelandesa
del siglo XX".
Entre las influencias de Angus se
encuentran el arte bizantino y el cubismo. También fue influenciada por la
pintura del monte Taranaki de 1931 del pintor inglés Christopher Perkins, una
respuesta a la iluminación clara distintiva de Nueva Zelanda. Sus paisajes
llegaron en una época en la que mucha gente estaba preocupada por crear un
estilo claramente neozelandés, pero a la propia Angus no le interesaba tanto
definir un estilo nacional como su propio estilo. Sus pinturas son claras, de
bordes duros y claramente definidas. En las décadas de 1930 y 1940 pintó
escenas de Canterbury y Otago. Uno de los más famosos es Cass (1936) en
el que retrató el vacío desnudo del paisaje de Canterbury utilizando formas
simplificadas y colores en su mayoría sin mezclar, dispuestos en secciones en
un estilo que recuerda al arte del cartel. Cass fue votada como la
pintura más querida de Nueva Zelanda en una encuesta televisiva de 2006.
Durante un tiempo vivió junto al
artista Leo Bensemann. Sus pisos adyacentes se convirtieron en una especie de
centro de la escena artística local y se dice que se estimularon mutuamente en
su arte. Se ha dicho que Angus produjo algunas de sus mejores piezas durante
este tiempo, incluidos muchos retratos. También produjo cómics, firmados con el nombre
de Rita Cook.
Las creencias pacifistas de Angus
se pueden ver en su arte de la década de 1940, cuando evitaba cualquier tipo de
trabajo bélico. Angus declaró: "Como artista, mi trabajo es crear vida y
no destruirla". Creó tres imágenes de diosas que simbolizan la paz, de las
cuales "Rutu" es la más conocida.
A principios de la década de
1950, Angus pasó algún tiempo viajando por Nueva Zelanda. Uno de sus viajes fue
a Central Otago, donde pintó su conocida pieza Central Otago. En 1955
Angus se mudó a Wellington y desde ese momento sus paisajes se centraron en
Wellington y la Bahía de Hawke, que visitaba regularmente. Barcos, Island
Bay es una de esas pinturas icónicas de Wellington. Pintó una gran cantidad
de retratos, entre ellos "Cabeza de un niño maorí" (1938) y
"Retrato ( Betty Curnow )" (1942). Pudo capturar la
personalidad de sus sujetos, yendo más allá de una mera representación de su
forma. Angus también pintó 55 autorretratos, particularmente durante sus
últimos años cuando sufrió ataques cada vez más graves de trastorno narcisista.
En 1958, ganó una beca de las
Sociedades de Arte de Nueva Zelanda y viajó a Londres para estudiar en la
Escuela de Arte de Chelsea y el Instituto de Arte Contemporáneo. También visitó
Escocia y Europa y estudió arte europeo moderno y tradicional. Angus dedicó
gran parte de 1960 a pintar un mural en la escuela secundaria para niñas de
Napier que ahora se puede ver en el frente del salón de la escuela. El mural
fue encargado para conmemorar a las niñas que murieron en el terremoto de
Hawke's Bay de 1931.
Cuatro de las pinturas de Angus
aparecieron en una serie de sellos postales emitidos por New Zealand Post en
1983 para conmemorar el 75 aniversario del nacimiento del artista
Subirachs i Sitjar, Josep Maria (Barcelona, 11 de marzo de 1927-ibidem, 7 de abril de 2014)1 fue un escultor, pintor, grabador, escenógrafo y crítico de arte español. Fue uno de los escultores españoles contemporáneos con más prestigio internacional, como puede verse en sus múltiples galardones y reconocimientos recibidos, así como en la presencia de su obra en numerosos museos y lugares públicos de ciudades de todo el mundo, principalmente Barcelona. También participó en una gran cantidad de exposiciones tanto colectivas como individuales, en museos y galerías públicas y privadas.
Artista polifacético, Subirachs destacó especialmente en la escultura, pero también en otras técnicas como la pintura, el dibujo, el grabado, el cartel, el tapiz, la ilustración de libros, el diseño de joyas y la acuñación de medallas. También realizó numerosas escenografías para prestigiosos montajes de obras de teatro y ballet. Igualmente, ejerció de profesor de arte y, en el terreno teórico, como escritor y colaborador en revistas y periódicos, crítico de arte y conferenciante en universidades y academias de todo el mundo. En su larga trayectoria pasó por diversas fases —mediterránea, expresionista, abstracta, nueva figuración—, períodos casi siempre caracterizados por las formas geométricas, las líneas rectas y angulosas, y las texturas rugosas.
Su formación comenzó en talleres de imaginería, fundición y mecánica; entre 1942 y 1947 estudió primero con el escultor Enric Monjó y luego entró a trabajar en el taller de Enric Casanovas, uno de los integrantes del grupo de renovadores del mediterraneísmo tardío, a quien consideró su auténtico maestro. En 1951 se consolidó como uno de los escultores de la renovación catalana, gracias a una serie de trabajos fuertemente influidos por Giacometti y Ángel Ferrant, que culminaron en las esculturas que adornan la fachada y la puerta del Santuario de la Virgen del Camino (León). Ese mismo año fue becado por el Instituto Francés para viajar a París, donde permaneció un año estudiando; después pasó a Bélgica y Alemania hasta el 56, año en que volvió a Barcelona. Fue en estos años cuando abandonó el camino de la figuración para adentrarse en el arte abstracto, y comenzó a trabajar con otros materiales como terracota, hierro y hormigón. De esta etapa son obras como Forma 212 (1957) o Tekel (1958).
A partir de 1957, se acentuó la concepción geométrica de las formas que siempre había sido una constante en su producción, especialmente en sus series de "cuñas", "penetraciones" y "tensiones" (Colmenar, 1961; Monumento a las víctimas de las inundaciones del Vallés, 1963). La personal mezcla de materiales hace que su muchas de sus obras sean una especie de collages escultóricos, en los que se combinan citas clásicas, huellas humanas o figuras geométricas, en lo que es una muy particular concepción del cuerpo humano.
Realizó numerosos monumentos de carácter público, muchos de los cuales se encuentran en la Ciudad Condal; además, su espíritu catalanista se dejó ver en obras como los relieves realizados para la Capilla del Santísimo en Monserrat, el de Francesc Macià en Vilanova i la Geltrú y las polémicas esculturas que hizo para la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia de Gaudí.
Su extensa producción muestra su buen hacer en el campo del arte. A lo largo de su vida artística atravesó etapas más abstractas, aunque su interés se mantuvo, por lo general, en la ya citada geometría de las formas y el estudio del cuerpo femenino.
Sus obras se admiran en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Barcelona, el Museo del Petit Palais de Ginebra, el Museo de Bellas Artes de Bilbao y en la Hispanic Society of America de Nueva York.
Recibió inmumerables distinciones, entre las que figuran la consideración de "Artista catalán vivo mas importante del siglo XX", según resultados de la encuesta realizada por el periódico La Vanguardia en 1997; la Medalla al Mérito de las Bellas Artes, otorgada por el Consejo de Ministros el 4 de noviembre de 1998, por su destacada trayectoria profesional; y la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona (2011).
Ruysdael, Jacob Izaacksz van (o Ruysdaal) (Haarlem, c. 1628 - 10 de marzo de 1682) fue un pintor barroco neerlandés, especializado en la pintura de paisaje.
Biografía
Hijo de Isaack van Ruisdael, pintor y fabricante marcos, y sobrino de Salomon van Ruysdael, debió de formarse en el entorno familiar, aunque también se apunta la posibilidad de que completase su formación con Allart van Everdingen.
Su primera obra fechada es de 1645. Tres años más tarde fue admitido como miembro de la guilda de San Lucas en Haarlem, a la que perteneció hasta 1655. En 1649 viajó a Rhenen, en la provincia de Utrecht, y un año después, en compañía de Nicolaes Berchem marchó a Alemania donde los amigos visitaron el castillo de Bad Bentheim y ell de Steinfurt en Westfalia que inspiran algunas de sus obras posteriores. De regreso a Holanda se estableció en Ámsterdam en 1653. Cuatro años después pidió ser admitido en la Iglesia reformada holandesa. En enero de 1659 obtuvo la ciudadanía y en 1661 hizo un nuevo viaje a Alemania posiblemente en compañía de Meindert Hobbema, su más destacado discípulo, a quien sirvió de testigo de boda en 1668. Falleció en Ámsterdam hacia el 10 de marzo de 1682 y fue enterrado en la iglesia de San Bavón de Haarlem el 14 de ese mes.
Adriaen van de Velde, Philips Wouwerman, Johannes Lingelbach y el pripio Nicolaes Berchem colaboraron con Ruisdael, pintándole las figuras de sus paisajes y se cree que pudo colaborar también con Thomas de Keyser, a quien habría pintado el paisaje de su monumental retrato de la familia del burgomaestre de Ámsterdam.
Ruysdael fue muy prolífico, y a partir del siglo XVIII sus obras ganaron estimación y se dispersaron por museos y colecciones de media Europa; algunas se encuentran en el Louvre y en la National Gallery, Londres, así como en colecciones de La Haya, Ámsterdam, Berlín, y Dresde. En España destaca el repertorio conservado en el Museo Thyssen-Bornemisza, y también hay un bello paisaje suyo en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Sus temas favoritos son simples escenas boscosas, parecidas a las de Everdingen y Hobbema. Destaca como pintor de árboles, y su representación del follaje, en particular de la edad de la hoja del roble, lo caracteriza con gran precisión. Sus vistas de ciudades a lo lejos, como la de Haarlem en posesión del marqués de Bute, y la de Katwijk en la Galería de la Corporación de Glasgow, indica claramente la influencia de Rembrandt.
A menudo pintó escenas de costa y marinas, pero sus mejores obras representan la soledad de los bosques. Los temas de algunas escenas de montaña parece que han sido tomadas de Noruega, y ello ha llevado a la suposición de que Ruysdael viajó a ese país. No hay, sin embargo, ninguna prueba que documente ese viaje, y las obras en cuestión pudieron ser meras adaptaciones de paisajes de Van Everdingen, cuyo estilo copió en una época. Sólo hay un tema arquitectónico en su pincel: un admirable interior de la Nueva Iglesia, Ámsterdam. El color que predomina en sus paisajes es un rico color verde, que, sin embargo, se ha oscurecido con el tiempo, mientras que un gris claro caracteriza sus piezas marinas. El arte de Ruysdael, mientras muestra poco del conocimiento científico de los paisajistas posteriores, es sensible y poético en su sentimiento, directo y hábil en su técnica. Las figuras apenas se introducen en sus composiciones, y las que lo hacen se cree que proceden de los pinceles de otros pintores como.
A diferencia de otros paisajistas holandeses, Ruysdael pensaba con cuidado y arreglaba sus composiciones, introduciendo en ellas una infinita variedad de sutiles contrastes en la formación de las nubes, las plantas y formas de los árboles, y el juego de luz. Particularmente destacó al pintar paisajes con nubes que se desparraman como una bóveda sobre el paisaje, y determinan la luz y sombra de los objetos.
Esta composición parece un canto a la grandeza de las cosas humildes. La vasta llanura nevada que se extiende en el horizonte confiere al paisaje holandés esa majestad sencilla que lo caracteriza. Aquí, además, aparece un protagonista impresionante: el caserío, extrañamente iluminado contra un cielo cuyas nubes se transforman continuamente ante los ojos y componen un paisaje vaporoso e inquietante. La gama cromática y su cuidada elaboración a base de veladuras consiguen unir todos los elementos, dándoles un profundo sentido dramático.
Vieira da Silva, Maria Elena (Lisboa, 13 de junio de 1908 - París, 6 de marzo de 1992) Pintora y grabadora portuguesa, nacionalizada francesa.
Biografía
María Helena Vieira da Silva nació en Lisboa en el año 1908. Tuvo una infancia difícil ya que su padre falleció a los dos años de haber nacido. Fue educada por su madre y su tía que despertaron en ella, mediante el aprendizaje de la música y el descubrimiento de las artes plásticas, una sensibilidad artística constante. En el año 1919,Vieira da Silva entró en la Academia de Bellas Artes en Lisboa, que alternaba con sus clases de anatomía en la Facultad de Medicina, para estudiar dibujo con Emilia Santos Braga. Se mudó a París en el año 1928 para poder seguir su formación, inscribiéndose en el curso de escultura de Emile-Antoine Bourdelle en la Académie de la Grande Chaumière. Ese mismo año visitó por primera vez Italia. De hecho, algo común en su vida fue la gran actividad viajera que tuvo hasta su muerte. No obstante, la mayor parte de su producción artística, menos el tiempo que pasó en Brasil, corresponde al tiempo que vivió en Portugal y Francia.1
Mientras estuvo en París, se vio inmersa en multitud de influencias, desde la abstracción geométrica del grupo Cercle et Carré (Circle and Square, 1929-1933) y Joaquín Torres-García hasta el estilo decorativo de Pierre Bonnard.
El pintor italiano Massimo Campigli fue su primer comprador. Éste adquirió un óleo de 1934 como consecuencia del éxito de la primera exposición que tuvo en la galería de Jeanne Bucher (París).
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, María Helena y su marido, el pintor Arpad Szenès, se marcharon a Portugal, antes de ir hacia Río de Janeiro (Brasil). Allí vivieron durante siete años.2
Las primeras pinturas de María Helena Vieira da Silva tuvieron influencias diversas ya que su estilo combina el cubismo, el futurismo y el constructivismo. Que a su vez, asociado con su agudo sentido del
ritmo y patrón, sus primeros trabajos reflejan una sensibilidad que a la larga se convirtió en un componente primordial en sus pinturas más maduras.
Ella tuvo su primera exposición individual en el año 1933 en la Galerie Jeanne Bucher, en París. Donde exhibió ilustraciones de un libro para niños junto a algunas pinturas. En Brasil, siguió pintando y exhibiendo hasta que ella y su marido regresaron a París en el año 1947.
La casa familiar de estos dos protagonistas se convirtió en un lugar de encuentro de intelectuales y pintores nativos como por ejemplo Martin Gonçalves, Navarra o Sciar. La obra de Vieira da Silva fue muy valorada en el país sudamericano, ya que se expuso en la galería Askanasy en Río de Janeiro como en el Palacio Municipal de Belo Horizonte. Cuando Vieira da Silva en un principio regresó a Portugal, el dictador Oliveira Salazar le negó la nacionalidad portuguesa a su marido. Lo cual supuso un desencadenante para que María Helena se fuese de su patria natal. Se naturalizó francesa y se instaló definitivamente en París.
En la producción de este periodo se observa nítidamente la influencia de Fernand Léger y Paul Klee. Aunque algunos críticos creen que la importancia con la que la autora crea ciertas atmósferas en sus obras, recuerda a los paisajes de Lisboa donde ella pasó su infancia.
Su obra vinculada a la Segunda Escuela de París, le sirvió para que la consideraran como la pintora portuguesa más importante del siglo XX. Sus cuadros se sitúan entre la pintura abstracta y la pintura figurativa, entre el interés por el primitivismo y el cubismo sintético. Todas ellas resultan una amalgama de estilos, ideas y desarrollos que se fusionan en cada cuadro. Debido a esto, son tan fáciles de identificar.
La temática pictórica de sus obras a partir del año 1950, se centra en la posguerra: ciudades quemadas o inundadas, callejones, puestas de sol y paisajes… Obras con títulos como “Les façades éboulées, 1957”, “Canaux en Hollande, 1958” o “Vielle Amérique, 1958” sirven para desbibujar la especifidad del lugar con prototipos genéricos: naturaleza, cultura, ciudad…
Aunque ella fue pintora en su mayor parte, también experimentó otras vertientes. Por ejemplo, en el año 1966, aceptó una comisión para diseñar un vitral para el ábside de la capilla este en la Catedral de Reims, en Francia. Continuó pintando durante la década de 1980 y su trabajo posterior se enfoca en la luz, tanto en la gama cromática como en la propia temática. El trabajo de Vieira da Silva se incluyó en una exposición colectiva en Kunsthalle Basel en el año 1954 y en la Bienal de Caracas cuatro años después, 1958. Su primera retrospectiva se hizo en Kestner Gesellschaft, en Hannover, 1958. En el mismo año también expuso en el International de Pittsburgh (ahora Carnegie International) y fue mencionada en la exposición del Premio Internacional Guggenheim. En el año 1963 llevó a cabo su primera vidriera destinada a Saint Jacques de Reims y ese mismo año recibió el Gran Premio Nacional de las Artes en París. Ella tuvo retrospectivas en el Musée de Grenoble, en Francia (1964); Museo Cívico en Turín (Italia, 1964); Musée national d´art moderne de la Ville de París (1969-1970); Musée Fabre en Montpellier (Francia, 1971); Musée d´ar moderne de la Ville de París (1977) y Fundación Juan March en Madrid (1991). En los años 80 filmó junto a su marido una película sobre su obra. También, fue la artista honrada en la Bienal de Sao Paulo en el año 1989. Fue ciudadana francesa desde el año 1956 y murió el 6 de marzo de 1992 en París.
Portugal reconoció el valor de su obra y fue nombrada miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes. Hasta su fallecimiento en el año 1991, su obra recibió numerosas distinciones y fue expuesta en múltiples ocasiones. Además de las condecoraciones ya mencionadas, recibió la Gran Cruz de Santiago de Portugal, pero desafortunadamente falleció antes de asistir a la inauguración de la fundación que lleva su nombre en la antigua manufactura de seda de Lisboa.
El título de esta obra se asemeja
al mito griego de Ariadna, que dice que Teseo estaba decidido a derrotar al
monstruo Minotaurus, que vivía en medio de un laberinto del que era imposible
salir. Así que Ariadne, enamorada de Teseo, le dio una bola de hilo para que
pudiera encontrar la salida.
Como en el mito, la pintura está
compuesta por un laberinto, líneas finas cruzan un espacio aparentemente vasto,
pintado con colores azul claro y gris que dan una impresión fría al espectador.
Es el laberinto de la muerte, que está a la vuelta de la esquina, ya que no
podemos salir de él. Esta fue una de las últimas pinturas de Vieira, y cuando
era vieja, pensó más en la muerte y la espiritualidad, por lo que sus obras se
centraron más en esos temas. El artista acabaría muriendo solo cuatro años
después.
Tiepolo, Giambattista (o
Giovanni Battista)(Venecia, 5 de
marzo de 1696 - Madrid, 27 de marzo de 1770) fue un pintor y grabador italiano,
considerado el último gran pintor de la era barroca. Es una de las figuras más
importantes del rococó italiano, tanto por sus pinturas murales al fresco como
por las realizadas al óleo sobre lienzo.
Biografía
Era hijo de un corredor de
barcos. Su maestro fue Gregorio Lazzarini, pero aprendió aún más de la obra de
los maestros que lo precedieron: Tiziano, Tintoretto y, sobre todo, Veronés. Es
el más grande decorador del siglo.
En 1719 se casó con una hermana
del vedutista Francesco Guardi, Maria Cecilia, de la que tuvo nueve
hijos, dos de los cuales fueron también buenos pintores: Lorenzo y en especial
Giovanni Domenico Tiepolo, que comenzó a colaborar con él en la década de 1740.
Pintor fecundo e imaginativo,
alcanzó enorme éxito, y recibió encargos de Venecia, Milán, Bérgamo y Vicenza.
Fue asistido en Venecia por un experto en perspectiva, Gerolamo
Mengozzi-Colonna. El éxito de estos frescos hizo que se le contratara en otros
lugares de Europa, como la Residencia de Wurzburgo y, al final de su carrera,
en Madrid.
A principios del año 1762 partió
hacia Madrid (donde fallecería), llamado por el rey Carlos III. Su tarea
principal fue decorar al fresco varios techos del Palacio Real de Madrid.
Acudió con sus hijos Giovanni Domenico Tiepolo y Lorenzo. Viudo de Maria Cecilia
Guardi, le acompañó su nueva novia, mucho más joven que él y frecuente modelo
de sus figuras femeninas.
Sus principales trabajos en
Madrid fueron los frescos del Palacio Real (a destacar los del Salón del Trono)
y una serie de cuadros para el altar del convento de San Pascual de Aranjuez.
Cuando falleció, su estilo empezaba a ser cuestionado y este altar fue
desmontado y mutilado, para ser sustituido por otras obras al gusto neoclásico
que imponía Mengs.
Tiépolo murió de forma repentina
en su casa de la plazuela de San Martín, en Madrid, el 27 de marzo de 1770 y
fue enterrado en secreto (por no haber podido recibir los santos sacramentos)
en uno de los nichos de la bóveda del Santísimo Cristo de los Milagros, en la
Iglesia de San Martín, donde, más tarde, desapareció su tumba porque la iglesia
fue derribada y sus restos se perdieron.
Grabados
Su producción grabada ha parecido
quedar eclipsada por la pictórica, y es relativamente corta: 33 imágenes al
aguafuerte, agrupadas en dos series. Hacia 1743 vio la luz un primer grupo de
diez planchas, Vari Capricci, que sería nuevamente publicado por su hijo
Giandomenico en 1785. Hacia 1743-53 se sitúan las restantes 23 imágenes, que se
publicaron con el título de Scherzi di Fantasia. Influido por grabadores
del siglo anterior como Giovanni Benedetto Castiglione y Salvator Rosa, Tiepolo
creó sus grabados sin las ataduras de los encargos, dando rienda suelta a caprichos
o invenciones con personajes pintorescos y exóticos, ruinas y alusiones al
ocultismo y lo decadente.
Estilo
En una primera época siguió el
estilo de Giovanni Battista Piazzetta, Federico Bencovich y Sebastiano Ricci.
El claroscuro del barroco da paso en él a los colores claros. Habiendo conocido
un gran éxito por sus obras de Venecia y Bérgamo llegó a distanciarse del
academicismo.
Excelente pintor, influyó en Goya
debido a una notable técnica que posteriormente alcanzaría un gran
reconocimiento: la «iluminación» de partes precisas del cuadro. Los colores
claros resaltan impresiones o ideas tales como la pureza o lo divino. Tenía una
gran facilidad para el dibujo. Sus composiciones son etéreas, llenas de gracia.
Sus techos pintados, de efecto ilusionista, engañan a la vista y parecen
abiertos al cielo.
Para sus temas bíblicos y
mitológicos, introducía fondos arquitectónicos al estilo de Veronés. Su
colorido es más claro y ligero que el de Tiziano o Rubens, con tonos nacarados,
si bien maneja el pincel con soltura, sin buscar un efecto liso como Mengs y
otros pintores neoclásicos posteriores.
Su producción es en gran
porcentaje religiosa, por encargos de iglesias y cofradías venecianas. Abunda
en cuadros de apariciones, visiones celestiales y temas de martirio. Por
exigencias decorativas, suelen ser composiciones verticales muy alargadas, dividiendo
el espacio entre una zona celeste y otra terrenal.
Inspiró a autores muy
posteriores, como Jules Chéret (1836-1933), el primero de los grandes
cartelistas que produjo sistemáticamente grandes carteles litográficos en
color.