Tiepolo, Giambattista (o
Giovanni Battista)(Venecia, 5 de
marzo de 1696 - Madrid, 27 de marzo de 1770) fue un pintor y grabador italiano,
considerado el último gran pintor de la era barroca. Es una de las figuras más
importantes del rococó italiano, tanto por sus pinturas murales al fresco como
por las realizadas al óleo sobre lienzo.
Biografía
Era hijo de un corredor de
barcos. Su maestro fue Gregorio Lazzarini, pero aprendió aún más de la obra de
los maestros que lo precedieron: Tiziano, Tintoretto y, sobre todo, Veronés. Es
el más grande decorador del siglo.
En 1719 se casó con una hermana
del vedutista Francesco Guardi, Maria Cecilia, de la que tuvo nueve
hijos, dos de los cuales fueron también buenos pintores: Lorenzo y en especial
Giovanni Domenico Tiepolo, que comenzó a colaborar con él en la década de 1740.
Pintor fecundo e imaginativo,
alcanzó enorme éxito, y recibió encargos de Venecia, Milán, Bérgamo y Vicenza.
Fue asistido en Venecia por un experto en perspectiva, Gerolamo
Mengozzi-Colonna. El éxito de estos frescos hizo que se le contratara en otros
lugares de Europa, como la Residencia de Wurzburgo y, al final de su carrera,
en Madrid.
A principios del año 1762 partió
hacia Madrid (donde fallecería), llamado por el rey Carlos III. Su tarea
principal fue decorar al fresco varios techos del Palacio Real de Madrid.
Acudió con sus hijos Giovanni Domenico Tiepolo y Lorenzo. Viudo de Maria Cecilia
Guardi, le acompañó su nueva novia, mucho más joven que él y frecuente modelo
de sus figuras femeninas.
Sus principales trabajos en
Madrid fueron los frescos del Palacio Real (a destacar los del Salón del Trono)
y una serie de cuadros para el altar del convento de San Pascual de Aranjuez.
Cuando falleció, su estilo empezaba a ser cuestionado y este altar fue
desmontado y mutilado, para ser sustituido por otras obras al gusto neoclásico
que imponía Mengs.
Tiépolo murió de forma repentina
en su casa de la plazuela de San Martín, en Madrid, el 27 de marzo de 1770 y
fue enterrado en secreto (por no haber podido recibir los santos sacramentos)
en uno de los nichos de la bóveda del Santísimo Cristo de los Milagros, en la
Iglesia de San Martín, donde, más tarde, desapareció su tumba porque la iglesia
fue derribada y sus restos se perdieron.
Grabados
Su producción grabada ha parecido
quedar eclipsada por la pictórica, y es relativamente corta: 33 imágenes al
aguafuerte, agrupadas en dos series. Hacia 1743 vio la luz un primer grupo de
diez planchas, Vari Capricci, que sería nuevamente publicado por su hijo
Giandomenico en 1785. Hacia 1743-53 se sitúan las restantes 23 imágenes, que se
publicaron con el título de Scherzi di Fantasia. Influido por grabadores
del siglo anterior como Giovanni Benedetto Castiglione y Salvator Rosa, Tiepolo
creó sus grabados sin las ataduras de los encargos, dando rienda suelta a caprichos
o invenciones con personajes pintorescos y exóticos, ruinas y alusiones al
ocultismo y lo decadente.
Estilo
En una primera época siguió el
estilo de Giovanni Battista Piazzetta, Federico Bencovich y Sebastiano Ricci.
El claroscuro del barroco da paso en él a los colores claros. Habiendo conocido
un gran éxito por sus obras de Venecia y Bérgamo llegó a distanciarse del
academicismo.
Excelente pintor, influyó en Goya
debido a una notable técnica que posteriormente alcanzaría un gran
reconocimiento: la «iluminación» de partes precisas del cuadro. Los colores
claros resaltan impresiones o ideas tales como la pureza o lo divino. Tenía una
gran facilidad para el dibujo. Sus composiciones son etéreas, llenas de gracia.
Sus techos pintados, de efecto ilusionista, engañan a la vista y parecen
abiertos al cielo.
Para sus temas bíblicos y
mitológicos, introducía fondos arquitectónicos al estilo de Veronés. Su
colorido es más claro y ligero que el de Tiziano o Rubens, con tonos nacarados,
si bien maneja el pincel con soltura, sin buscar un efecto liso como Mengs y
otros pintores neoclásicos posteriores.
Su producción es en gran
porcentaje religiosa, por encargos de iglesias y cofradías venecianas. Abunda
en cuadros de apariciones, visiones celestiales y temas de martirio. Por
exigencias decorativas, suelen ser composiciones verticales muy alargadas, dividiendo
el espacio entre una zona celeste y otra terrenal.
Inspiró a autores muy
posteriores, como Jules Chéret (1836-1933), el primero de los grandes
cartelistas que produjo sistemáticamente grandes carteles litográficos en
color.
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