Rousseau, Théodore (París, 15 de abril de 1812 - Barbizon, 22 de diicembre de 1867) Pintor francés. Perteneció a la
Escuela de Barbizon y obtuvo el mayor reconocimiento con cuadros como El
Pueblo.
Biografía
Nació en una familia burguesa en
la que había uno o dos artistas. Al principio se formó en el comercio, pero
pronto demostró su talento para la pintura. Aunque su padre lamentó esta
decisión al principio, al final aceptó que su hijo abandonase el negocio, y a
lo largo de la carrera de su hijo (al que sobrevivió) le apoyó en todos sus
conflictos con las autoridades del Salón de París. Théodore Rousseau compartió
las dificultades de los pintores románticos de 1830 a la hora de asegurar para
sus pinturas un lugar en la exposición anual de París. Toda la influencia de
los artistas de formación clásica estaba en contra de ellos, y no fue hasta el
año 1848 que Rousseau fue adecuadamente presentado al público.
Había expuesto trabajos sin
importancia en los Salones de 1831 y 1834, pero en 1836 su gran obra La
descente des vaches (La bajada de las vacas) fue rechazada por el voto de los
pintores clásicos; y desde entonces hasta después de la revolución de 1848 fue
rechazado constantemente. No carecía de defensores en la prensa, y fue conocido
con el sobrenombre de «le gran refusé» en los escritos de Thor, el crítico que
más tarde residiría en Inglaterra y que escribió con el nombre de Burger.
Durante estos años de exilio
artístico Rousseau produjo algunas de sus mejores pinturas: La avenida de castaños, El pantano en las Landas (hoy en el
Louvre), Helado por la escarcha (hoy
en América); y en 1851, después de la reorganización del Salón en 1848, expuso
su obra maestra, El límite del bosque
(también en el Louvre), un cuadro similar en tratamiento, pero de un tema
ligeramente distinto, de una composición titulada Un claro en el Bosque de Fontainebleau, en la colección Wallace de
Hertford House, Londres.
Hasta esta época, Rousseau había
vivido sólo ocasionalmente en Barbizon, pero en 1848 trasladó su residencia a
ese pueblo boscoso, y pasó la mayor parte del resto de su vida en el
vecindario. Estaba entonces en la cumbre de su poder artístico, y era capaz de
obtener buenas sumas de dinero por sus cuadros (aunque sólo una décima parte de
su valor treinta años después de su muerte) y su círculo de admiradores se
incrementó. Las autoridades aún lo ignoraban, pues mientras Narcisso VirgilioDíaz de la Peña fue nombrado caballero de la Legión de Honor en 1851, Rousseau
quedaba sin condecorar, aunque lo propusieron poco después.
En la Exposición Universal de
1853, donde se juntaron todas las pinturas de Rousseau previamente rechazadas
durante los veinte años anteriores, sus obras fueron reconocidas como uno de
los mejores grupos, dentro de los espléndidos conjuntos que se exhibieron. Pero
en vida Rousseau realmente nunca satisfizo el gusto francés, y después de una
venta sin éxito de sus obras mediante subasta en 1861, estuvo pensando en
marcharse de París para ir a Ámsterdam o Londres, o incluso Nueva York.
Entonces las desgracias cayeron
sobre él: su esposa, que había sido a lo largo de los años una fuente constante
de ansiedad, se volvió completamente loca; su envejecido padre le ayudaba
constantemente desde un punto de vista financiero; escasos eran sus mecenas.
Más aún, mientras estaba ausente de manera temporal, un joven que vivía en su
casa (amigo de su familia) se suicidó en la casita de Barbizon; cuando visitó
los Alpes en 1863, haciendo esbozos del Mont Blanc, cayó peligrosamente enfermo
con una inflamación de los pulmones; al regresar a Barbizon sufrió insomnio y
se fue debilitando gradualmente. Fue elegido presidente del jurado de bellas
artes para la exposición de 1867. Le afectó mucho a su salud el ser ignorado en
la distribución de los más altos premios, y en agosto padeció una parálisis. Se
recobró un poco, sólo para sufrir nuevos ataques en el otoño. Finalmente, acabó
muriendo en presencia de su amigo de toda la vida, Jean-François Millet, el 22
de diciembre de 1867.
Otro amigo y vecino de Rousseau, JulesDupré, un eminente paisajista de Barbizon, relata la dificultad que
experimentaba Rousseau a la hora de decidir cuándo estaba acabada una pintura,
y cómo él, Dupré, algunas veces se llevaba del estudio de Rousseau algún lienzo
en el que había trabajado demasiado. Millet, el pintor campesino, a quien
Rousseau tenía en la más alta estima, estuvo mucho con él durante los últimos
años de su vida. Rousseau fue un buen amigo de Díaz de la Peña, y le enseñó
cómo pintar árboles, pues hasta cierto momento de su carrera, Díaz de la Peña
pensó que sólo podía pintar figuras.
Los cuadros de Rousseau tienen
siempre un carácter serio, con un aire de exquisita melancolía que es
poderosamente atractiva para el amante de los paisajes. Están bien definidos
cuando son cuadros completos, pero Rousseau tardaba tanto en pintar sus temas
que sus obras absolutamente completas son relativamente pocas. Dejó muchos
lienzos con partes de la pintura sin acabar; también hizo bastantes bocetos y
algunas acuarelas.
Obra comentada