Delacroix, Eugène (Charenton-Saint-Maurice, 26 de abril de 1798 - París, 13 de agosto de 1863) Pintor francés.
Es uno de los máximos representantes del romanticismo. En su época de estudiante fue admirador de Th. Géricault, quien, en contra del neoclasicismo imperante, defendía que la pintura podía tratar temas no heroicos, de la realidad inmediata. Su ruptura con el neoclasicismo se manifestó abiertamente en el Salón de 1824, en el que expuso su obra Matanza en Quíos, evocación de un episodio de la guerra de la independencia griega, que fue muy alabada por el entonces periodista Thiers, quien más tarde protegió a Delacroix. De su estancia en Gran Bretaña, en 1825, provienen su admiración por Constable, Turner y Bonington (con este último regresaría a Francia), y su pasión por Shakespeare y Byron. Su contacto con Bonington le inclinó a cultivar desde entonces los apuntes acuarelados. Otro aspecto del romanticismo de su arte de aquellos años lo constituyen las litografías con que ilustró el Faust de Goethe (1828). El entusiasmo de Delacroix por la independencia griega le inspiró buen número de cuadros.
De 1828 data su gran lienzo La muerte de Sardanápalo (Louvre), obra que es un auténtico manifiesto de la autonomía artística y de la noción típicamente romántica del pintor como creador. En ella se conjugan la influencia de Rubens y la de los venecianos, en un estilo personal en el que el color y la mancha predominan sobre la delineación de contornos y el modelado. Sus lienzos de temas medievales muestran pasión romántica y exactitud en los detalles históricos: Batalla de Poitiers (1830; Louvre), Batalla de Nancy (1831; Museo de Nancy), Asesinato del obispo de Lieja (Museo de Lyon), etc.
En el Salón de 1831 expuso su lienzo La Libertad guiando al pueblo (Louvre), tal vez la imagen más célebre de la revolución. Ilustra un suceso político contemporáneo francés, la Revolución del 28 de julio de 1830, que supuso el destronamiento del último Borbón y la imposición del monarca Luis Felipe de la dinastía de los Orleans. En esta evocación de la lucha en las barricadas, retornó a la combinación de gran estilo alegórico y reportaje de la vida real. Así, La muerte de Sardanápalo y La libertad guiando al pueblo, probablemente sus obras más populares, lo sitúan entre los pintores más destacados de su generación y entre los grandes maestros de la segunda mitad del S. XIX.
De sus pinturas murales hay que destacar la decoración de la Biblioteca del Senado francés (1847), el techo de la Galería de Apolo, en el Louvre (1851), y la Capilla de los Angeles, en la iglesia parisiense de Saint-Sulpice (1861 ). Su objetivo, según decía, era unir a Miguel Ángel y Velázquez. Publicó escritos teóricos en los que revela un agudo sentido crítico y un gran talento expositivo.
Delacroix, pintor romántico por excelencia
En mayo de 1825, animado por lo que había podido apreciar en la exposición de obras de Constable y de otros ingleses, que poco antes se había efectuado en el Salón de París, se trasladó a Inglaterra y permaneció allí unos meses, trabando lazos de íntima amistad con Bonington.
Delacroix, pintor romántico por excelencia
Eugene Delacroix (1798-1863), nacido en Charenton, es el más original de los pintores franceses de la primera mitad de su siglo. Su nacimiento y su educación infantil constituyeron, incluso para él mismo, un misterio. Su madre descendía de los célebres ebanistas de Luis XVI Oeben y Riesenev; pero no consta quién fue su padre, y no ha faltado quien sospeche que era hijo natural de Talleyrand. Fue condiscípulo de Géricault en el estudio de Guérin, e influido por el Radeau de "La Méduse", a los veinticuatro años exponía su lienzo titulado: Dante y Virgilio atravesando la laguna que rodea la ciudad infernal de Ditis (tema sacado de la Divina Comedia), con los patéticos condenados que tratan de aferrarse al esquife de Caronte. El cuadro obtuvo un gran éxito, y fue muy alabado por el pintor napoleónico Barón Antoine-Jean Gros. Otro que lo ensalzó en la crítica periodística fue Thiers, el futuro estadista, que siempre admiró mucho a Delacroix.
Las matanzas de Scío (o Quíos) de Eugéne Delacroix (Musée du Louvre, París). Esta obra de 1824 se encuadra en la corriente de pintura romántica por su estilo y por su tema (la lucha de Grecia por su independencia). Las familias griegas aparecen entregadas a los soldados turcos, sobre un fondo goyesco con escenas de lucha y pillaje.
Las Matanzas de Scio, que se expuso en 1824, obtuvo menos unanimidad en los elogios. Girodet-Trioson, comentando el lienzo con el autor, le hizo observar que la joven madre caída, que en el lienzo figura a la derecha en primer término, a pesar de ser un buen fragmento, cuando él se acercaba a la pintura no llegaba a distinguir el diseño de su ojo. A lo que Delacroix replicó: "Si usted ha de acercarse a la pintura a fin de descubrirle defectos, le ruego que permanezca a cierta distancia". Esta anécdota manifiesta cuán poco caso hizo siempre Delacroix de las críticas de sus detractores, que le combatieron acremente durante sus primeros años.
La muerte de Sardanápalo de Eugene Delacroix (Musée du Louvre, París). En este lienzo el artista representa la cruel historia del último rey de Asiria, Sardanápalo, quien, al verse derrotado, ordena matar a su harén, a sus esclavos y a su ganado en su presencia. Las dos diagonales que parten del protagonista recuerdan las composiciones barrocas y el color rojo, símbolo de sangre y muerte, predomina y da intensidad a la trágica escena.
Allí se interesó por Shakespeare, por el Fausto de Goethe (que ilustró con magníficas litografías) y por la lectura de Byron, y también, a través de Bonington, en el cultivo de la acuarela (que desde entonces constituyó una de sus pasiones), Delacroix ejecutó poco después otra obra de movida y patética composición: La muerte de Sardanápalo, tema inspirado en Byron y que representa al rey de Nínive, cuando, con su palacio asediado y a punto de caer, se dispone a morir, y ha dado ya orden de matar a sus mujeres y al caballo favorito. Es una gran pintura. En especial, las dos grandes manchas luminosas que forman los dos principales cuerpos femeninos ofrecen el mismo esplendor de las grandes realizaciones de Rubens. Aunque el cuadro despertó pareceres opuestos, valió a su autor enorme fama por su potente estilo, y el vizconde de La Rochefoucauld, que en aquel momento desempeñaba el cargo de intendente de Bellas Artes, prometió a Delacroix encargos oficiales si cambiaba de modo de pintar, a lo que el artista se negó.
Dante y Virgilio atravesando la laguna que rodea la ciudad infernal de Oitis de Eugene Delacroix (Musée du Louvre, París). También llamada La barca de Dante, esta obra, pintada a los 24 años, se hizo famosa por su resonancia al presentarla en el Salón de 1822. Este suceso le dio a conocer y el cuadro se hizo merecedor del título de "manifiesto de la estética nueva".
Se inició entonces para él una época de penuria de la que se consuela escribiendo a sus amigos, algunos de los cuales, como George Sand, eran grandes figuras del romanticismo literario. A principios de 1830 dice así en una carta a un amigo: "No hay peor situación que no saber de qué podrá uno comer la semana próxima y tal es la situación en que yo me encuentro".
Siguiendo el ejemplo de Bonington, y aconsejado por Victor Hugo, se dedicó entonces intensamente a cultivar la pintura de historia. En sus cuadros Batalla de Poitiers (1830) y Batalla de Nancy (1831) trató de combinar la meticulosidad arqueológica y el esplendor de la policromía e intensidad del movimiento. Quizás, en algunos aspectos, sean éstas en realidad sus obras más decididamente "románticas". A las cuales puede añadirse el Asesinato del obispo de Lieja (1829), que es un lienzo inspirado en un episodio del Quentin Durward de W. Scott.
Batalla de Poitiers de Eugene Delacroix (Musée du Louvre, París). Realizado por encargo del gobierno galo durante su estancia en Gran Bretaña (1827-1832), Jos temas históricos como éste fueron su fuente de inspiración.
Mujeres de Argel de Eugene Delacroix (Musée du Louvre, París). La influencia de su viaje a Marruecos y Argelia, en 1832, hizo que su imaginación y la expresión por medio de masas de color (contra el dibujo incisivo de lngres) le inclinaran a buscar los temas orientales y la vida contemporánea, por la cantidad de color y de elemento "pintoresco" que contienen.
Luego, de pronto, su situación mejoró. Frecuentaba entonces el salón del anciano pintor napoleónico Barón François Gérard, y allí trabó amistad con Stendhal y Mérimée, y renovó la que de antiguo le unía con Thiers. Además, la Revolución de julio de 1830 había encumbrado al trono a Luis Felipe, quien no tardó en protegerle. En el Salón de 1831 expuso una de sus más populares pinturas: La Libertad guiando al Pueblo, lienzo en que aquella figura simbólica se halla encarnada por una mujer francesa tocada con el gorro frigio y tremolando, por encima de las barricadas callejeras, la bandera tricolor. Entonces se designó a Delacroix para tomar parte en una misión diplomática que Luis Felipe de Francia envió al Sultán de Marruecos.
Delacroix fue un buen epistológrafo y un excelente observador, que sabía anotar con agudeza sus comentarios y juicios, como lo ha revelado la publicación de su Diario; pero las cartas escritas por él durante aquel viaje ofrecen particular interés. Tomó muchos apuntes, pero aún hubiera querido tomar muchos más, de aquel ambiente oriental que tanto debió apasionarle, y que después le inspiraría tantos lienzos de rutilante colorido, especialmente fantásticas cacerías de leones, uno de los asuntos más típicamente románticos, porque exalta a lo vivo el antagonismo de dos violentas energías: la del árabe y su caballo, y la de la fiera. En una de sus cartas, dice Delacroix: "Aquí he pasado la mayor parte de mi tiempo en un estado de aburrimiento; no me ha sido posible dibujar del natural ni una choza. Subiéndose a una azotea, uno se expone a ser apedreado, o incluso tiroteado". Por fortuna, sin embargo, sus notas de viaje fueron muy numerosas, y aquellos álbumes (hoy en el Louvre y en el Museo Condé) no pueden ser más evocadores.
La entrada de los cruzados en Constantinopla de Eugene Delacroix (Musée du Louvre, París). Lienzo de 1840 que representa este suceso histórico, acaecido el 12 de abril de 1204, con todo el dramatismo propio de la situación.
En enero de 1832, habiendo llegado el séquito de la embajada a Tánger, se le permitió a nuestro pintor hacer una excursión a Sevilla, para alcanzar después al embajador en Orán. Delacroix se entusiasmó entonces con las obras que vio de los antiguos maestros andaluces. Ya antes se había entusiasmado con los Velázquez que había podido contemplar en Francia, y muy singularmente con Goya, cuyos grabados y dibujos recopia. En especial, ciertas litografías de la Tauromaquia goyesca ejercieron sobre él un directo influjo.
Algunos de sus cuadros de tema oriental inspirados en este viaje al norte de África cuentan entre sus mejores obras. En Argel (¡caso raro!) pudo visitar un harén, y de esta visita resultarían sus Mujeres de Argel, obra de la que hay dos versiones: una, de policromía alegre y clara, en el Louvre, y otra (en el Museo de Montpellier) en que la luz juega con la penumbra, como en una pintura de Rembrandt. Jamás el Islam había dado a ningún pintor moderno la oportunidad de expresarse con tal riqueza de sugestiones y con tal opulencia cromática.
Naufragio de Don Juan de Eugene Delacroix (Musée du Louvre, París).
Una nueva actividad de él, la de pintor fresquista, iba a enriquecer su carrera. Al encargarse Thiers del ministerio, recibió Delacroix importantes encargos. Desde 1830 realizó una serie de pinturas decorativas en la Chambre des Députés, en el Palacio Barbón. Diez años estuvo absorbido en esta tarea mientras ejecutaba también otras obras sobre lienzo, como La Entrada de los Cruzados en Constantinopla (1841), que expuso junto con el Naufragio de Don Juan, cuadro inspirado en el poema de Byron. En 1844 pintaba una Piedad para la iglesia parisiense de Saint-Denis-du-Sacrement, y en 1854 iniciaba su decoración del Salón de la Paz, en el Hôtel de Ville. Pero quizá sus obras maestras al fresco son las que datan de sus últimos años. Fueron sus dos pinturas en la capilla de los Ángeles, en San Sulpicio: Expulsión de Heliodoro y Combate de Jacob con el Ángel, frescos llenos de discípulos; Horace Vemet (1789-1863), pintor que se distinguió en la evocación de las batallas napoleónicas, y que pintó las de la conquista de Argelia (en que iría a inspirarse Fortuny), había muerto; dejaron de existir también Paul Delaroche (1797 -1856), que empequeñeció sus facultades al circunscribirse a la anécdota histórica de tono declamatorio, y el holandés radicado en París, Ary Scheffer (1795-1858), compañero de Delacroix desde sus primeros años y que se le acerca en la pintura de retrato. También había muerto un elegante pintor de jinetes y caballos, Alfred Dedreux (1808-1860), y el gran cultivador romántico en escultura, Pierre-Jean David d'Angers (1788-1856). Sólo quedaba un extraordinario representante de la escultura romántica en Francia, Antoine-Louis Barye (1795-1875), que, en 1832, había expuesto su Combate entre una serpiente y un león, y en 1850 otra escultura famosa, Combate entre un Centauro y un Lapita. Al morir Delacroix, la pintura y la escultura románticas se hallaban ya en crisis.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
Artículo
Obra comentada
Masacre de Quíos, 1820. Orientalismo |
Autorretrato como Hamlet, 1821 |
El teatro italiano, 1821 |
Figura de la Academia masculina, 1821 |
Monje en la oración, 1821 |
Escenas de la masacre de Quíos, 1822. Orientalismo |
La barca de Dante, 1822 |
Verano. Diana sorprendida en su baño por Actaeon, 1821-1822 |
Caballo asustado por una tormenta, 1824 |
Dos caballeros luchando en un paisaje, 1824 |
Dos vistas de un indio de Calcuta, 1823-1824. Orientalismo |
Dos vistas de un indio de Calcuta, sentado y de pie, 1823-1824. Orientalismo |
Estudio de un desnudo reclinado, 1824 |
Joven huérfana en el cementerio, 1823-1824 |
Mademoiselle Rose, 1820-1824 |
Una mujer mulata, 1821-1824 |
Dos guerreros griegos bailando (Disfraces de estudio Souliotes), 1824-1825 |
Dos vistas de los trajes Souliotes, 1824-1825 |
El Natchez, 1823-1825 |
Macbeth y las brujas, 1825 |
Odalisca, 1825. Orientalismo |
Turco con una silla de montar, 1824-1825. Orientalismo |
Turco sentado fumando en un sofá, 1825. Orientalismo |
Un bandido mortalmente herido sacia su sed, 1825 |
Charles VI y Odette de Champdivers, 1824-1826 |
Combate entre el Giaour y el Pasha, 1826. Orientalismo |
Desnudo femenino recostado en un diván, 1825-1826 |
Ejecución del Dux Marino Faliero, 1825-1826 |
El duque de Orleans mostrando su amante al duque de Borgoña, 1825-1826 |
Grecia expirante entre las ruinas de Missolonghi, 1826 |
La novia de Lammermoor, 1826 |
Mephistopheles Aloft, 1826 |
Milton dictó a sus hijas el (Paradise Lost), 1826 |
Retrato de un turco con un turbante, 1826. Orientalismo |
Boceto para la muerte de Sardanapalus, 1827 |
Desnudo femenino asesinado por detrás, 1827 |
Fausto, 1825-1827 |
La muerte de Sardanápalo, 1827 |
Naturaleza muerta con langostas, 1826-1827 |
Odalisca reclinada o, mujer con un perico, 1827 |
Retrato del Barón Schwiter, 1827 |
Fausto conociendo a Marguerite, 1828 |
Fausto en su estudio, 1828 |
Fausto rescata a Marguerite de su prisión, 1828 |
Fausto, la tragedia de Goethe, 1828 |
Marguerite en la iglesia con los espíritus malignos, 1828 |
El asesinato del obispo de Lieja, 1829 |
Interior de una capilla, 1829 |
León del Atlas, 1829. Orientalismo |
Batalla de Poitiers, 1830 |
El turco moribundo, 1825-1830. Orientalismo |
La Libertad guiando al pueblo, 1830 |
Tigre, 1830. Orientalismo |
Un rincón del estudio, 1830 |
Episodio de The Corsair por Lord Byron, 1831 |
Cabeza de una mujer en un turbante rojo, 1831 |
Willibald von Glueck en el Clavecin componiendo el puntaje de su Armide, 1831 |
Autorretrato con gorra, 1832 |
Boceto para las mujeres de Argel, 1832. Orientalismo |
Calles y tiendas con personajes, notas manuscritas, 1832. Orientalismo |
Dos mujeres en el pozo, 1832 |
Dos puntos de vista de un joven árabe, 1832. Orientalismo |
Fantasía árabe, 1832. Orientalismo |
Jinetes marroquíes en acción militar, 1832. Orientalismo |
La costa de España en Salabrena, 1832 |
Mujeres marroquíes, 1832. Orientalismo |
Muralla de la ciudad de Meknes (Marruecos del cuaderno de bocetos), 1832 |
Novia judía, 1832. Orientalismo |
Página del cuaderno marroquí, 1832. Orientalismo |
Retrato de Paganini, 1832 |
Vista de Tánger, 1832 |
Árabe sentado en Tánger, 1832. Orientalismo |
El herrero, 1833 |
Mujer judía de Argel, 1833. Orientalismo |
Rey Rodrigo, 1833 |
Confrontación de caballeros en el campo, 1834 |
El prisionero de Chillon, 1834 |
Estudio para la pintura Mujeres de Argel, 1834. Orientalismo |
Mujeres de Argel, 1834 |
El Mediterráneo, 1835 |
La batalla de Giaour y de Hassan, 1835 |
La batalla de Taillebourg - bosquejo, 1834 - 1835 |
León y tortuga, 1835 |
Léon Riesener, 1835 |
Estudio para una parte del friso 'Justicia', 1833 - 1836 |
San Sebastián, 1836 |
Autorretrato, 1837 |
Frescos en la pared oeste (Salón del Rey, Palais Bourbon, París) 1833 - 1837 |
Piedad, 1837 |
Celopatra y campesino, 1838 |
Abanico con caricaturas, 1838 |
Academia de mujer joven, 1838 |
Cabaña en el bosque, 1838 |
Cautividad de Babilonia, 1838 |
Cristóbal Colón y su hijo en La Rábida, 1838 |
Cuatro Vistas de hombres sentados, 1838 |
Fanáticos de Tánger, 1837 - 1838. Orientalismo |
La muerte de Ofelia, 1838 |
Mazeppa atadas a la espalda de un caballo salvaje, 1838 |
Medea furiosa, 1838 |
Retrato de Frédéric Chopin y George Sand, 1838 |
Retrato de George Sand, 1838 |
Cristo en la cruz, 1839 |
Hamlet y Horacio en el cementerio, 1839 |
Hamlet y Horacio en el cementerio, 1839 |
Mefistófeles lo largo de Wittenberg (De Fausto de Goethe), 1839 |
Tasso en el manicomio, 1839 |
Autorretrato, 1840 |
El naufragio de Don Juan, 1840 |
Hamlet y Ofelia, 1840 |
La entrada de los cruzados en Constantinopla, 12 de 1204 abril, 1840 |
Muchacha inclinada sobre una mujer tendida en el suelo, 1840 |
Sultan Abel el Rahman, 1840. Orientalismo |
Boda judía en Marruecos, 1841. Orientalismo |
Caballo atacado por una leona, 1842 |
Hamlet ve el fantasma de su padre, 1843 |
Hamlet y Horacio ante una tumba cavada, 1843 |
La muerte de Ofelia, 1843 |
La novia de Abydos, 1843 |
Límite de un bosque en Nohant, 1842 - 1843 |
Ramo de flores, 1843 |
Muley Abd-AR-Rhaman, el sultán de Marruecos, dejando su palacio de Meknes con su séquito, 1845. Orientalismo |
El rapto de Rebecca, 1846 |
Atila y sus hordas de Italia y las Artes, 1838 - 1847 |
Fantasía marroquí, 1847. Orientalismo |
La musa de Orfeo, 1845 - 1847 |
Músicos judíos en Marruecos, 1847. Orientalismo |
San Jorge luchando con el dragón, Perseo, entrega de Andrómeda, 1847 |
Una judía del norte de África, 1847 |
Árabes de Oran, 1833-1847. Orientalismo |
El Entierro de Cristo, 1848 |
Estudio del cielo al atardecer, 1849 |
Estudio del cielo, el sol poniente, 1849 |
Jarrón de flores en una consola, 1848-1849 |
Las mujeres de Argel en su apartamento, 1849. Orientalismo |
Otelo y Desdémona, 1847-1849 |
Porte d'Amont, Etretat, 1849 |
Un jinete árabe, 1849. Orientalismo |
Apolo matando a Python, 1850 |
Caballero Árabe atacado por el león, 1849-1850. Orientalismo |
Caballero marroquí cruzando un vado, 1850. Orientalismo |
Estudio de flores, 1845-1850 |
Estudio para Mrfaisa, 1850 |
León devorando un caballo árabe, 1850. Orientalismo |
Miguel Ángel en su estudio, 1849-1850 |
Piedad, 1850 |
Ramo de flores, 1849-1850 |
Apolo mata el Python, 1850-1851 |
Andrómeda, 1852 |
Bosquejo para la paz desciendiendo a la Tierra, 1852 |
Mar visto desde las alturas de Dieppe, 1852 |
Piratas africanos raptando una mujer joven, 1852. Orientalismo |
Ceres, 1849-1853 |
Cristo en la Cruz, 1853 |
León y jabalí, 1853. Orientalismo |
Los discípulos de Emaús, 1853 |
Retrato de Alfred Bruyas, 1853 |
Caza del león en Marruecos, 1854. Orientalismo |
Cristo en el Lago de Gennezaret, 1854 |
Cristo en el mar de Galilea, 1854 |
Mujer de Argel con Windhund, 1854 |
Acantilados cerca de Dieppe, 1852-1855 |
León y cocodrilo, 1855. Orientalismo |
Cristo en la cruz, 1853-1856 |
Cristo en la cruz, 1853-1856 |
León que devora a un conejo, 1856. Orientalismo |
El marroquí y su caballo, 1857 |
Odalisca, 1857. Orientalismo |
Caza del león, 1858. Orientalismo |
La muerte de Laras, 1858 |
Rebecca secuestrada por los Templarios, sir Brian de Bois-Guilbert, 1858 |
La caza del león, 1859. Orientalismo |
Ovidio entre los escitas, 1859 |
Puma (Leona viendo presa), 1859. Orientalismo |
Caza del león, 1860. Orientalismo |
Los caballos árabes luchando en un establo, 1860. Orientalismo |
Caza del león, 1861 |
La expulsión de Heliodoro, 1856-1861 |
La lucha de Jacob con el ángel, 1856-1861 |
Juno, Invierno y Aeolus, 1862 |
La educación de Aquiles, 1862 |
Retrato del sultán de Marruecos, 1862. Orientalismo |
Tigre y serpiente, 1862. Orientalismo |
Escaramuza de árabes en las montañas, 1863 |
Otoño, Baco y Ariadna, 1856-1863 |
Verano, Diana sorprendida por Acteón, 1856-1863 |
Adán y Eva |
Aspasia |
Atila |
Bahía de Tánger en Marruecos |
Caballo y jinete atacados por un león |
Caballo |
Caballos corriendo |
Cabeza de gato |
Cabeza rugiente de león. Orientalismo |
Cautividad de Babilonia |
Caza del tigre. Orientalismo |
Chopin |
Desnudo femenino muerta por la espalda |
Dos figuras |
Dos marroquíes sentados en el campo. Orientalismo |
Dos ramas con hojas |
El descenso de la Cruz |
El duque de Orleans mostrando su señora al duque de Bourgogne |
El duque de Orleans mostrando su señora al duque de Bourgogne |
El rapto de las sabinas |
Estudio de 'La muerte de Sardanápolo' |
Estudio de medallones antiguos |
Estudio para el cuadro 'Mujeres de Argelia' |
Estudios de campamentos árabes |
Estuido de un hombre vestido |
Fausto |
Hesíodo y la musa |
Hombre barbudo desnudo sentado |
Invierno Juno suplicando a Aeolus que destruya la flota |
Las calles y las tiendas con personajes, notas escritas a mano |
Leona devorando un conejo |
León desgarrando un cadaver |
León devorando un caballo |
Lugar en el palacio del sultán de Mequinez |
Masacre de Chios. Orientalismo |
Milton dictando a sus hijas (Paradise Lost) |
Paisaje cerca de Tánger |
Pantera. Orientalismo |
Patio marroquí |
Primavera Orpheus acudiendo en ayuda de Eurydice |
Quiosco de Trajano en Philae |
Un drake mandarín |
Un herrero. Orientalismo |
Un herrero. Orientalismo |
Un hombre turco en un caballo gris. Otientalismo |
Un marroquí ensillando un caballo. Orientalismo |
Vista de Tánger |