Pertenece a 1909, la etapa definitiva en la que el autor
alcanza su potencia creadora influido por Manet, Daumier, Munch, Van Gogh y
Ensor, en sus obras los rostros de los personajes son sustituidos en su aspecto
por máscaras, y el expresionismo formal se halla ya próximo al auténtico abstraccionismo,
desempeñando el color un importante papel.
(Neue Nationalgalerie, Berlín)
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat