El autor consideraba a este extraño personaje, mitad
monje mitad vampiro, como un descendiente espiritual del Pére Ubu de Jarry. Lo
pintó varias veces en ambientes insólitos. En esta tela, el inquietante
personaje parece a punto de desvelar un misterio horripilante, sin perder
cierta candidez aprendida quizás en las series filmadas de Fantomas.
(Colección León Jérusalemi, Le Vésinet)
Fuente: Historia del Arte. Editorial
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