Erigida sobre la cripta paleocristiana de la santa, se caracteriza por la abundancia de columnas, el uso poco convencional de motivos ornamentales y los hábiles juegos de luz y sombra de sus superficies curvadas, elementos propios del Barroco. La composición vertical lleva la vista hacia la cúpula en un casi obligado movimiento ascensional.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Savat.
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