El arte clásico tardío aparece profundamente ansioso de elevación y felicidad. Praxíteles y su discípulo Leocares redescubren los theoi rheia zoontes homéricos, los dioses que viven por encima de los mortales y a quienes se manifiestan bajo su forma más amable, sobrenatural y maravillosa. Esta magnífica escultura es una copia romana, en mármol, del bronce original.
Museos Vaticanos, Roma
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat
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