En el rostro de la retratada se entremezclan los rasgos de la esposa del pintor, la fascinante Elizabeth Siddal, y de la mujer de su amigo William Morris, Jane, de la que estuvo perdidamente enamorado. La temática de la mujer suicida fue muy reproducido por los pintores del momento, como hiciera también John Everett Millais representando el bellísimo cadáver flotante de Ofe/ia. En el caso de la Beatrix de este cuadro, un pájaro con un nimbo de luz sobre su cabeza y una adormidera en el pico viene hasta la mujer como mensajero de la muerte.
(Tate Britain, Londres).
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.