Obra de 1949. Se cree que no es una
composición tan lograda como las anteriores, y que el autor mezcló en exceso
las capas de color, creando luego unos motivos que escarban la pintura y que la
justifican. A partir de 1952 Pollock abandona estos procedimientos y regresa al
virtuosismo de sus primeras composiciones, con figuraciones en blanco y negro.
(Tate Collection, Londres)
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat