La vocación pictórica y las dotes naturales
de esta muchacha, que se ganaba la vida posando como modelo para los pintores, fueron
extraordinarias. El realismo de sus retratos acusa, como en éste, pintado en
1923, una visión crítica de la vida y de las personas.
(Museo Nacional de Arte Moderno, París)
Fuente:Historia del Arte. Editorial Salvat
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