Nacido en Holanda en 1877, este pintor fue quizás el
adepto más fiel y dotado del fauvismo. Se ha elegido esta obra de 1907 porque
representa un tipo de mujer que pintó repetidas veces en su primera época: una
mujer de ojos inmensos y de cabello fulgurante, descrita en tonos violentamente
contrastados, mal contenidos por el dibujo. La sensualidad aguda del color
representa la mejor época de este pintor, que había de ceder posteriormente a
los halagos fáciles de la fama. Este tipo femenino, inspirado quizás en la
prostituta de salón, de labios agresivamente rojos y rostro lívido, halló en
este pintor su más fiel expresión pictórica. La audacia de Van Dongen, su
improvisación y su brío se pusieron posteriormente al servicio de las
personalidades mundanas de la alta sociedad internacional, que retrató abusivamente.
(Museo de Wuppertahl)