En esta obra de 33 cm de largo y 26 cm de alto, realizada en oro con incrustaciones de esmalte, Cellini demuestra por que está considerado el mejor orfebre del Renacimiento. Aquí, las figuras representan a los dioses del mar y de la tierra, cuya reunión produce la sal.
(Kunsthistorisches Museum, Viena).
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.