Pintado hacia 1510; el relieve contrastado de la armadura sobre el fondo luminoso del paisaje se contrapone a la sorprendente vegetación y fauna que son el tema poético de la composición. Este gusto por el detalle, heredado de la escuela flamenca, junto con el sabor pintoresco, caracteriza el ciclo de leyendas fantásticas de este artista que cierra el fructífero siglo XV de la escuela veneciana.
(Colección Thyssen, Lugano).
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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