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Fischer von Erlach (1656-1723)


Fischer von Erlach, Johann Bernhardt (Graz, 20 de julio de 1656 - Viena, 5 de abril de 1723) Arquitecto y escultor austriaco. Ejerció gran influencia en la arquitectura barroca europea. Sus ideas influyeron profundamente en los gustos arquitectónicos en todo el Imperio Habsburgo y quedaron reflejadas en su obra Plan de Arquitectura Histórica y Civil (1721), uno de los primeros estudios comparativos de la arquitectura

Biografía

Nació cerca de Graz el 20 de julio de 1656, se formó en el taller de su padre que ejercía como artesano. Se trasladó con 16 años a Roma y allí en Italia residió los siguientes dieciséis años de su vida y fue donde se formó como arquitecto. En Roma se incorporó al taller de su compañero austriaco Johann Paul Schor y al del gran Bernini, lo que le dio la oportunidad de estudiar tanto la escultura y arquitectura antigua como moderna. Posteriormente se trasladó a Nápoles, donde amasó una considerable fortuna sirviendo al virrey español.

De regreso a Austria, en 1687, se erigió como un reconocido arquitecto y recibió múltiples encargos del emperador, la aristocracia y la Iglesia para construir y rehabilitar palacios y mansiones rurales y templos, por los que consiguió grandes alabanzas al liberar a la arquitectura austriaca del dominio estilístico de arquitectos italianos como Enrico Zuccalli y Ferdinando Galli da Bibiena, a pesar de que su obra está cargada de fuertes influencias del barroco italiano, donde residió tantos años. En 1687 obtuvo el cargo de arquitecto de la corte en el que trabajaría a las órdenes de tres emperadores.

Al servicio del emperador

La década de 1690 se ha descrito como la más fructífera de la carrera de Fischer, durante la cual adaptó el barroco italiano a las necesidades y tradiciones locales. En 1690, obtuvo gran éxito por la construcción en Viena de dos arcos triunfales de carácter temporal, levantados para celebrar la coronación de José I. Posteriormente se encargó de instruir a José I en el arte arquitectónico. En 1696, en homenaje a su labor le fue otorgado un título nobiliario.

En sus diseños del siglo XVII, Fischer von Erlach se vio influido por la curvatura de líneas de Bernini, que tratan de transmitir una sensación de movimiento. Otros focos de influencia en su obra son los Château de François Mansart y las villas clásicas palladianas, que pudo estudiar durante sus viajes a Prusia, Holanda e Inglaterra en 1704 y Venecia en 1707.

Así Fischer presidió la génesis y la primera evolución de una particular arquitectura barroca, que supondría el estilo preferido de la aristocracia austriaca en las siguientes décadas. Su diseño más emblemático de los años 90 fue el Palacio de Invierno del príncipe Eugenio de Saboya, comenzado en 1695 en Viena y que Hans Aurenhammer describía como "un nuevo tipo de palacio urbano caracterizado por su forma impresionante, la claridad estructural y la tensión dinámica de su decoración".

También plasmó su obra en Salzburgo, donde trabajó para el obispo de la ciudad, y donde destacan las iglesias de la Santísima Trinidad (1694–1702) y la Iglesia de la Universidad (Kollegienkirche), (1696–1707), en la que se acusa la influencia de Borromini

En su visita a Dalmacia redescubrió para la arquitectura europea occidental la construcción romana del Palacio de Diocleciano de Split.

Último estilo

Después de la muerte de José I en 1711, Fischer von Erlach recibió menos encargos del nuevo emperador Carlos IV y de su corte, siendo desplazado en gran parte por su rival Johann Lukas von Hildebrandt. En 1721 publicó la obra Entwurf einer Historischen Architectur (Plan de arquitectura civil e histórica) en la que comentó y dibujó grandes construcciones de la Historia de la Antigüedad y de su propia obra y con la que ejerció una gran influencia en la arquitectura posterior.

En esta última etapa su estilo pierde algo de su barroquismo para adoptar una parte de la arquitectura clásica romana. El Palacio Clam-Gallas en Praga, comenzado en 1713, fue uno de sus últimos diseños para un palacio estatal. La estructura, muy imitida por arquitectos posteriores, pone de manifiesto su entusiasmo por las fachadas de estilo palladiano, que se hizo cada vez más pronunciado en el último período de su obra arquitectónica.

Pero es la Iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche) en Viena, iniciada en 1715, la que ilustra plenamente su último estilo de carácter más sintético. En esta estructura, completada por su hijo Joseph Emanuel, la ambición de Fischer fue armonizar los principales elementos y las ideas que subyacen en las iglesias más importantes de la historia de la arquitectura occidental, como son el Templo de Salomón en Jerusalén, la iglesia de Santa Sofía en Constantinopla, el Panteón y Basílica de San Pedro en Roma, Los Inválidos en París y la Catedral de San Pablo de Londres.


Obra comentada



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