El San Andrés fue iniciado unos meses después de la finalización de su versión de Santa Bibiana. Es una de las grandes figuras situadas en cada una de las esquinas del crucero de la basílica de San Pedro del Vaticano (las otras estatuas serían el San Longino de Bernini, la Santa Verónica de Francesco Mochi y la Santa Elena de Bolgi). Se dice que Duquesnoy estaba irritado por los manejos de Bernini por conseguir la única esquina de la basílica que recibía directamente la luz del sol para su obra, consiguiendo así un efecto dramático del que las otras ubicaciones carecían.
La comparación entre el San Andrés de Duquesnoy y el San Longino de Bernini revela bien a las claras la gran distancia que separaba a ambos artistas. Mientras que la del segundo bulle en ritmos dramáticos típicos de la exuberancia del barroco, la obra del flamenco combina el equilibrio en la caída de los vestidos del santo con la acusada diagonal que marcan los hombros y la cruz que sostiene. La majestuosa figura es una adaptación del modelo clásico de Júpiter, aunque adolece de una cierta incongruencia entre las diversas partes de la obra.
Fuente: https://es.wikipedia.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.