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Eugène Viollet-le-Duc (1814-1879)



Viollet-le-Duc, Eugène-Emmanuel (París, 27 de enero de 1814 - Lausana, 17 de septiembre de 1879)1​ fue un arquitecto, arqueólogo y escritor francés. Famoso por sus "restauraciones" interpretativas de edificios medievales,​ fue un importante arquitecto del renacer gótico. Representa una de las más importantes figuras de la escuela francesa, que rechazó la enseñanza de la Escuela de Bellas Artes, sustituyéndola por la práctica y los viajes por Francia e Italia.

Se dedicó principalmente a la restauración e invención de conjuntos monumentales medievales como la Ciudadela de Carcasona o el Castillo de Roquetaillade, siendo muy criticado por el atrevimiento de sus soluciones y añadidos no históricos, y la pérdida de autenticidad de muchos monumentos. Sus restauraciones buscaron en menor medida recuperar sino más bien mejorar el estado original del edificio, con un interés centrado más en la estructura y en la propia arquitectura que en los elementos decorativos. Utilizó el estudio arqueológico en el examen crítico inicial de los edificios, como paso previo para conocer su realidad y defendió el uso del hierro y la coherencia de la arquitectura gótica, en contra del eclecticismo. Se opuso con vehemencia al estilo de arquitectura Beaux-Arts que estaba en boga en esa época. Gran parte de sus trabajos de diseño eran menospreciados por sus contemporáneos.

Más importante es su aportación teórica, en la que defendió el uso de una metodología racional en el estudio de los estilos del pasado, contrapuesta al historicismo romántico. Sus teorías ejercieron una gran influencia en artistas posteriores, como Guimard, Gaudí, Horta o Vilaseca.

Fue el arquitecto contratado para diseñar la estructura interna de la Estatua de la Libertad, pero falleció antes de que finalizara el proyecto.

Biografía

Nacido en el seno de una familia muy culta de clase media, desde muy joven se interesó por la Arquitectura de la Edad Media y aunque fue discípulo de Aquiles Leclère, rechaza ingresar en la escuela de Bellas Artes deliberadamente para autoformarse recorriendo Francia e Italia con un bloc de notas en mano. En 1834 se casó con Elisabeth Cabrera.

En 1836 partió hacia Italia donde visitó Sicilia y se dedicó al estudio del arte griego y romano, regresando a París en 1837 para recorrer Francia y estudiar sus monumentos más sobresalientes. Su erudición le valió el nombramiento en 1840 de inspector de los trabajos de restauración de la Sagrada Capilla bajo la dirección de Félix Duban. Ese mismo año la Comisión de Monumentos históricos, de la mano de Prosper Merimée, le encargó la restauración de la iglesia de Vezelay a la que seguirían otros trabajos que tuvieron gran resonancia, incluyendo Notre-Dame de París, la basílica de San Denise y la basílica de Madeleine de Vézelay.

En 1842 logró mediante concurso la restauración de Nuestra Señora de París junto con Jean-Baptiste-Antoine Lassus. Fue nombrado arquitecto de la abadía de San Dionisio en 1846, inspector general del servicio diocesano en Francia en 1853 y profesor de Historia del Arte y Estética de la Escuela de Bellas Artes, recién reorganizada por Vaillant, en 1863 aunque dimitió al año siguiente debido a la violenta oposición que suscita su proyecto reformista de la formación de arquitectos, del cual nace el libro Entretiens sur l'architecture

Supervisó todos los edificios medievales franceses que fueron restaurados siguiendo los principios arquitectónicos que se derivaban de sus formas (Castillo de Roquetaillade).

Entre otros reconocimientos fue nombrado oficial en 1858 y comendador en 1869 de la Legión de Honor y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Bélgica en 1863.

En los comienzos del sitio de París en 1870 organizó la legión auxiliar de ingenieros y con el grado de teniente coronel recibió el encargo del servicio exterior. Gran amigo de Napoleón III, se declaró librepensador provocando la reacción del clero y obligándole a dimitir de sus cargos de inspector general diocesano y arquitecto de las catedrales de Amiens, Clermont, Reims y París.[cita requerida]

Eugène Viollet-le-Duc falleció en Lausana, Suiza el 17 de septiembre de 1879.

Obra

A comienzos de la década de 1830, en Francia se desarrolló un interés por la restauración de edificios medievales. Viollet-le-Duc, que regresa en 1835 de sus estudios en Italia, fue contratado por Prosper Mérimée para restaurar la abadía románica de Vézelay. Este trabajo fue el primero de numerosas restauraciones; las restauraciones de Viollet-le-Duc de Notre Dame de París lo hicieron conocido. Entre sus otras obras importantes se encuentran los trabajos realizados en Mont Saint-Michel, Carcasona, Roquetaillade y Pierrefonds.

A menudo las "restauraciones" de Viollet-le-Duc combinaban hechos históricos con modificaciones creativas. Por ejemplo, bajo su dirección, Notre Dame no solo fue limpiada y restaurada, sino también "actualizada", agregándosele la tercera torre que la distingue (un tipo de espiral) además de otras modificaciones menores. Otra de sus restauraciones famosas, la ciudad fortificada de Carcasona, fue mejorada de manera análoga, agregando en la parte superior de cada una de las torres de la muralla techos en forma de cono que en realidad son propios del norte de Francia.


Galería
Lago Gaube y la cumbre de Vignemale, 1833

Montaña de Clacaire cerca de Morne d'Erichains, 1833


Banquete de mujeres en las Tullerías, 1835

Monumento Vercingetorix, 1865

Decoración policromada en Pierrefonds

Puerta del coro

Relicario



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