Este lienzo de 1975 es una de las múltiples reelaboraciones figurativas
de imágenes míticas de la cultura popular, generalmente basadas en el cine, que
derivaron el arte de Arroyo hacia la estética del Pop art. Su obra, entretejida
veladamente de denuncia social y de un fuerte contenido ideológico que tenía
que bregar con inteligencia con la censura franquista, recrea una iconografía
extraída del mundo de la publicidad, del cartelismo político, de la fotografía
de prensa y de otros tópicos culturales difundidos por los mass-media.
(Galería Kart Flinker, París)
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.