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A.P. Ryder (1847-1917)



Ryder, Albert Pinkham. (19 de marzo de 1847 - 28 de marzo de 1917) Pintor simbolista estadounidense que trabajó de forma original e innovadora dentro de la tradición utópica de finales del siglo XIX. Es una de las figuras más enigmáticas de la historia del arte norteamericano. Su técnica poco ortodoxa de pintura por capas ha propiciado un rápido e irreversible deterioro de sus obras.

Albert Pinkham Ryder nació en New Bedford, Massachusetts, en 1847. Asistió a la escuela pública de primaria donde comenzó a pintar. Se trasladó con su familia a Nueva York en 1870, y solicitó el ingreso en la National Academy of Design. Su solicitud fue rechazada y comenzó a estudiar con el retratista y grabador William E. Marshall (1837-1906), un antiguo alumno de Thomas Couture y por fin consiguió ser admitido en la National Academy of Design. A pesar de que Ryder exhibió su obra por primera vez en la Academia en 1873 y continuó exponiendo regularmente entre 1881 y 1888, no fue elegido miembro asociado hasta 1902 y tuvo que esperar hasta 1906 para ser nombrado miembro de pleno derecho.

Ryder entró pronto en contacto con algunas de las figuras más progresivas del arte americano. En 1875 participó junto con John La Farge y William Morris Hunt, en una exposición de artistas rechazados por la conservadora National Academy. El evento fue patrocinado por la sucursal en Nueva York de la firma inglesa de decoración de interiores Cottier & Company. Tras la muestra, el dueño de la compañía, Daniel Cottier, se convirtió en el marchante de Ryder y representó un papel fundamental en la promoción de la carrera del artista.

En 1877 Ryder visitó Europa y pasó un mes con Cottier en Londres. Ese mismo año, junto con Louis Comfort Tiffany, La Farge, George Innes, Olin Levi Warner y J. Alden Weir fundó la Society of American Artists, y expuso con el grupo regularmente hasta 1887. A finales de la década de 1870, Ryder pintó pantallas, marcos de espejos y muebles, que le ligaron al movimiento decorativo.

En 1880 Ryder abrió un estudio en el Benedick Building de Washington Square East, donde vivió y trabajó durante una década. Quizá influido por su amistad con el pintor simbolista Robert Loftin Newman, Ryder abandonó el estilo de Barbizon con el que se había ganado cierta reputación en la década de los setenta, y comenzó a pintar asuntos cargados de dramatismo basados en la mitología, en pasajes bíblicos, poesías y óperas de Wagner. Ocasionalmente escribió poemas que acompañaban a sus pinturas. Esta transformación fue en gran medida alentada por sus visitas a los principales museos europeos y a un viaje por el norte de África que llevó a cabo con Cottier y Warner durante el verano de 1882.

A mediados de la década de 1880, Ryder tenía el apoyo de la crítica y atrajo un buen número de importantes coleccionistas. Realizó una breve visita a Londres en 1887 y en 1896. Alrededor del año 1900, cada vez más solitario y excéntrico, Ryder dejó de producir nuevas composiciones y comenzó a retocar y restaurar sus obras anteriores. Ganó la medalla de plata en la Pan American Exposition de Buffalo, en 1901, y fue elegido miembro del National Institute of Arts and Letters en 1908. Su pintura atrajo a la nueva generación de modernistas americanos y diez de sus cuadros fueron incluidos en el New York Armory Show, muestra que dio a conocer el nuevo arte, americano y europeo, en 1913 a un gran número de público estadounidense.

Durante mucho tiempo fue considerado un fenómeno aislado y único en Estados Unidos, siendo sobrevalorada su personal idiosincrasia. Sólo recientemente se le ha reconocido como un entusiasta conocedor del arte y las técnicas europeas. Su evolución cronológica es imposible de trazar, ya que nunca fechaba sus cuadros, y rara vez los firmaba y los repintaba de forma obsesiva después de ser expuestos, e incluso después de ser vendidos. Sus procedimientos técnicos, poco ortodoxos, que consistían en conseguir riqueza en los tonos oscuros y textura esmaltada en las superficies superponiendo capas de barniz y pigmento, convierten su obra en un objeto muy susceptible a los cambios y al deterioro, de manera que hoy en día resulta difícil determinar su apariencia original. A pesar de que pintó sólo 160 cuadros, su pintura fue muchas veces falsificada, y algunos de sus lienzos auténticos fueron repintados tras su muerte. Ryder nunca impartió clases, pero ejerció una importante influencia en su contemporáneo Ralph Blakelock y en la generación de artistas más jóvenes a la que pertenecieron Arthur B. Davies, Marsden Hartley, Rockwell Kent, Walt Kuhn y Kenneth Hayes Miller.

Tras caer enfermo en 1915, Ryder se instaló en Elmhurst, Long Island, donde murió en 1917.

Fuente: Texto extraído de www.mcnbiografias.com

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