Pintado en 1917-1918, se inspira indudablemente en el
“Funeral del anarquista Galli”, que en 1910 pintó Carrá. El funeral se
convierte aquí en un motín dominado por un rojo de sangre y de fuego. Grosz se
consideraba un propagandista de la revolución social. De estilo muy incisivo,
la obra del autor ataca, según sus propias palabras, “a una sociedad dominada
por los galones, la levita, la sotana y la caja fuerte” (1926).
(Staatsgalerie, Stittgart)
Fuente: Historia del Arte. Editorial
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