Este conocido pintor y grabador francés
otorgó a sus obras, con la ayuda de un cromatismo de tonos fríos, una atmósfera
de melancólica, que le permitió transmitir la visión desoladora que tenía del
mundo. Además de esta obra, fechada en 1972, realizó varias series de grandes
cuadros, ilustraciones para obras literarias y decorados para el teatro. A
pesar de la repetición incansable de la misma fórmula, la vasta obra de Buffet
alcanzó una alta cotización en el mercado. Este hecho pone de manifiesto las
contradicciones entre arte y especulación que vivimos actualmente y a las
cuales no escapa ningún país.
(Galerie Garnier, París).
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat