Este artista, de exquisitas tonalidades, pintó sus paisajes
fauves con los ojos vueltos en
definitiva hacia el impresionismo. La estructura lineal de esta composición
equilibrada, que data de 1908, es un soporte para unas tonalidades que
armonizan sin llegar a la virulencia fauve
ni a sus revolucionarios postulados.
(Musée de Peinture
et Sculpture, Grenoble)