La obra de Braque siempre estuvo impregnada de una vena
lírica que desarrollaría a lo largo de toda su vida. Este bodegón fue pintado
tras recuperarse de una herida de guerra sufrida durante la 1ª Guerra Mundial.
Por sus logros plásticos y espaciales, esta obra está considerada uno de los
mejores ejemplos de la segunda fase del cubismo sintético.
(Museo de Arte, Filadelfia)
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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