Punto al Arte
ARTE BIZANTINO

Fruto de una civilización en la que se mezclaron elementos griegos, latinos, orientales y cristianos, el arte bizantino alcanzo la madurez en el s. VI, bajo el reinado de Justiniano. Rasgos típicos de los templos bizantinos (de tipo basilical o de planta central) son las bóvedas de piedra labrada, las cúpulas apoyadas en pechinas angulares, las ventanas geminadas y los capiteles de forma cubica o piramidal. Los muros de los principales monumentos aparecen cubiertos de pinturas al fresco y mosaicos, en los cuales el tono realista de la pintura romana ha sido sustituido por un simbolismo y un hieratismo a veces patéticos. Si bien la escultura bizantina tuvo poco desarrollo a causa de los prejuicios iconoclastas, en cambio la eboraria y la glíptica se cultivaron con profusión. A la época justinianea (527-65) corresponde la iglesia de Santa Sofía, en Constantinopla, y las de San Vital, San Apolinar Nuevo y San Apolinar in Classe, en Ravena, famosas par sus mosaicos. Después de la querella iconoclasta, la época macedónica (867-1 081) significó un segundo período de esplendor durante el cual se construyeron la iglesia de Basilio I, en Constantinopla, y la de Dafni, en Grecia, notable por la belleza de sus mosaicos. La influencia del arte bizantino llegó a Venecia por efecto de las relaciones comerciales entre esta ciudad y Bizancio; así, en el s. X se empezó la construcción de la monumental y suntuosa basílica veneciana de San Marcos. La época de los Paleólogos (1261-1453) supuso el último momento de esplendor cultural. El arte bizantino ejerció una profunda influencia en el desarrollo de arte medieval de toda la Europa Occidental, especialmente Italia, y determinó en mayor medida aun el carácter del arte religioso del Próximo Oriente, Grecia, los Balcanes y Rusia.

Charles-François Daubigny (1817-1878)



Daubigny, Charles-François (París, 15 de febrero de 1817 - 19 de febrero de 1878) Pintor y grabador francés. Fue uno de los pintores de la Escuela de Barbizon, y es considerado un importante precursor del Impresionismo.


Biografía

Daubigny nació en el seno de una familia de pintores. El arte le fue enseñado por su padre, Edmond François Daubigny, y por su tío, el miniaturista Pierre Daubigny.

En sus comienzos Daubigny pintaba en un estilo tradicional, pero esto cambió a partir de 1843 cuando se estableció en Barbizon para trabajar en la naturaleza. Aún más importante fue su encuentro con Camille Corot en 1852 en Optevoz (Isère). Sobre su famoso bote «Botin», que él había adaptado como estudio flotante, pintó a lo largo del Sena y el Oise, generalmente en la región alrededor de Auvers-sur-Oise. De 1852 en adelante se lo ve influenciado por Gustave Courbet.

En 1866, Daubigny visitó Inglaterra, y retornó a dicho país en 1870 escapando de los trastornos de la Guerra Franco-prusiana. En Londres conoció a Claude Monet, y juntos viajaron a los Países Bajos. De regreso en Auvers, conoció a Paul Cézanne, otro importante artista vinculado al impresionismo y al post-impresionismo. Se cree que todos estos entonces jóvenes artistas fueron influenciados por Daubigny.

Los cuadros más finos de Daubigny fueron pintados entre 1864 y 1874, en su mayoría conformados por cuidadosos paisajes con árboles, ríos y algunos patos. Se dice que cuando a Daubigny le gustaban sus pinturas agregaba un pato o dos, por lo que el número de patos indicaría la mayor o menor calidad artística de sus obras. Uno de sus dichos fue «Los mejores cuadros no venden», al ver frecuentemente que sus más finos logros eran poco apreciados. Daubigny es preferido principalmente por sus vistas fluviales, que pintó en gran número, pero, aunque hay dos grandes paisajes de Daubigny en el Louvre, ninguno es de este género.

La pincelada un tanto suelta, «mal acabada» según los académicos, produjo vaivenes en su estimación; participó en los Salones oficiales con desiguales resultados. Ya maduro, fue invitado a participar en el jurado de alguno de dichos certámenes; en alguna ocasión renunció a tal honor en solidaridad con los impresionistas, cuyas obras eran masivamente excluidas.

Sus trabajos más ambiciosos son: Paisaje primaveral (1857, Louvre), Borde de la Cure, Morvan (1864), Villerville sur Mer (1864), Luz de luna (1865), Andrsy sur Oise (1868), A Pond in the Morvan (1869), y Retorno desde la esclusa (1878). En España, el Museo Thyssen-Bornemisza cuenta con ejemplos suyos.

Produjo abundantes grabados al aguafuerte, que en algunos casos se publicaron en revistas de la época, por lo que son aún ahora bastante asequibles.

Sus seguidores y alumnos fueron: su hijo Karl (quién en ocasiones pintaba tan bien que sus trabajos pueden confundirse con los de su padre, aunque pocas veces lo iguala en maestría), Oudinot, Delpy, Albert Charpin y Damoye.


Más obras
La encrucijada en el Eagle Nest, bosque de Fontainebleau,
1844

Las orillas del Cousin, cerca de Avalloo, 1848

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