Punto al Arte

La herencia de Els Quatre Gats

Y, finalmente, en cuanto a los pintores catalanes relacionados con el círculo ya citado de Els Quatre Gats, puede decirse que significan una de las cotas más elevadas del arte finisecular español. En primer lugar, Joaquim Mir (1873-1940), un artista solitario que inicia su producción con Nonell, Canals y otros en el grupo que se autodenominaba la Colla del Safrá, pintores coloristas de los suburbios barceloneses. Mir, aquejado de frecuentes crisis psíquicas, evoluciona hacia la concepción de un paisaje abstracto de magníficas manchas de color. Nonell, antiguo colega de la Colla del Safra, en un viaje al valle de Boí, en el Pirineo catalán, revoluciona su concepción de la pintura, que se decanta abiertamente hacia un lenguaje expresionista del que sus mejores muestras son la serie de gitanas que realizó en los primeros años del siglo XX. Y en último lugar, debemos hacer referencia al gran Pablo Picasso, malagueño de origen y formado en el grupo de Els Quatre Gats, que en sus años de juventud asimila de manera prodigiosa todas las lecciones de la historia de la pintura; CasasToulouse-Lautrec le influyen en 1899 y 1900, y en 1901, en la exposición que con Iturrino organiza en la galería Vollard de París, elabora ya un estilo muy personal dentro de la tónica postimpresionista europea y que se caracteriza por su fuerte colorismo. Un momento breve que, en el mismo año, evoluciona hacia lo que se conoce como época azul, una pintura, como la de Nonell, dentro de una línea expresionista y que marca el primer estilo maduro del que probablemente ha sido el más importante artista del siglo XX.

Poble escalonat de Joaquim Mir (Museu Nacional d'Art de Catalunya, Barcelona). Este paisaje demuestra el apego que sentía Mir por los juegos lumínicos, que producían una impresión cromática vivaz y agreste, muy acorde con el campo y las vistas del pueblo que representa. La perspectiva escalonada desde la que se inicia la mirada hacia el fondo, con el campanario silueteado en el horizonte, enfatizan aún más la emoción del autor en el momento de pintar el cuadro.


Misèria de lsidre Nonell (Museu Nacional d'Art de Catalunya, Barcelona). Nonell sintió devoción por retratar la cotidianeidad de las gitanas de Barcelona a lo largo de toda su vida, a las que pintó de manera recurrente, mezclando la estética modernista imperante en la época con una particular paleta expresionista. En este cuadro presenta con pinceladas muy vivas y de manera inmediata la angustia de las retratadas por su pobreza y sus condiciones de vida.



Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat
ARTE BIZANTINO

Fruto de una civilización en la que se mezclaron elementos griegos, latinos, orientales y cristianos, el arte bizantino alcanzo la madurez en el s. VI, bajo el reinado de Justiniano. Rasgos típicos de los templos bizantinos (de tipo basilical o de planta central) son las bóvedas de piedra labrada, las cúpulas apoyadas en pechinas angulares, las ventanas geminadas y los capiteles de forma cubica o piramidal. Los muros de los principales monumentos aparecen cubiertos de pinturas al fresco y mosaicos, en los cuales el tono realista de la pintura romana ha sido sustituido por un simbolismo y un hieratismo a veces patéticos. Si bien la escultura bizantina tuvo poco desarrollo a causa de los prejuicios iconoclastas, en cambio la eboraria y la glíptica se cultivaron con profusión. A la época justinianea (527-65) corresponde la iglesia de Santa Sofía, en Constantinopla, y las de San Vital, San Apolinar Nuevo y San Apolinar in Classe, en Ravena, famosas par sus mosaicos. Después de la querella iconoclasta, la época macedónica (867-1 081) significó un segundo período de esplendor durante el cual se construyeron la iglesia de Basilio I, en Constantinopla, y la de Dafni, en Grecia, notable por la belleza de sus mosaicos. La influencia del arte bizantino llegó a Venecia por efecto de las relaciones comerciales entre esta ciudad y Bizancio; así, en el s. X se empezó la construcción de la monumental y suntuosa basílica veneciana de San Marcos. La época de los Paleólogos (1261-1453) supuso el último momento de esplendor cultural. El arte bizantino ejerció una profunda influencia en el desarrollo de arte medieval de toda la Europa Occidental, especialmente Italia, y determinó en mayor medida aun el carácter del arte religioso del Próximo Oriente, Grecia, los Balcanes y Rusia.

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