Punto al Arte

La cerámica geométrica


Cerámica ática geométrica (Museo Na-
cional de Atenas). Esta forma está re-
presentada por los vasos funerarios
hallados en una necrópolis de los siglos
IX al VIII a.C., junto a las "dobles
puertas" o Dípylon de Atenas. Son crá-
teras enormes -ésta mide 1 ,23 metros
-donde depositaban las ofrendas al di-
funto, cuyas esquemáticas exequias
(carros fúnebres, caballos, plañideras
y catafalco) se distribuyen en zonas
cortadas por líneas paralelas.
La pintura griega debió de comenzar también sus ensayos hacia esta época; ya se ha visto que los templos primitivos son los que tienen decoración policroma más abundante. Acaso se conservarían algunas tradiciones de la antigua pintura prehelénica, pero los escritores griegos creían que los primeros maestros pintores habían sido oriundos de Egipto. La única base positiva que ha permitido aventurar conjeturas es la cerámica. En esta época en la decoración de la cerámica predominan las ornamentaciones geométricas; el espíritu dórico se ha impuesto sin vacilación. Los vasos, algunas veces gigantescos, con buena copia de zonas de decoración, tienen cubierto su enorme vientre de combinaciones geométricas, y se dividen, además, las fajas en zonas verticales como metopas. Si se representan caballos, cisnes y figuras o aun escenas humanas, todos estos elementos figurativos son estilizados, de contornos rectilíneos, marcando siluetas geométricas, como formadas con triángulos. Los cuerpos están recortados, con estrechas cinturas, y vistos de frente, de un único tono negro sobre fondo claro. Esta cerámica es llamada del estilo del Dípylon, porque la casi totalidad de los vasos de este género se encontraron en el cementerio de Atenas, situado al exterior de la antigua puerta doble o Dípylon.

Ánfora (Museo Cerámico de Atenas) Pieza que está datada hacia el año 800 a. C. y presenta una decoración geométrica compuesta por grecas, puntos, esvásticas y pájaros que llenan el espacio, en auténtico horror al vacío.



Parece una burla del destino que los vasos del cementerio del Dípylon en Atenas sean los más instructivos, no sólo por lo que al gusto hace referencia, sino también por lo que atañe a los usos y maneras de los dorios. Se ha dicho que parece una burla porque Atenas no fue una ciudad dórica y se preciaba orgullosa de tener ascendencia jónica. Pero los pocos o muchos dorios que se introdujeron en el Atica dejaron tal tesoro de información con sus vasos pintados, que parecen empeñarse en ilustrar aquella época tan oscura de la historia de Grecia, sobre todo en su aspecto dórico.

Menelao combatiendo con Deífobo (British Museum, Londres). Placa de arcilla procedente de Rodas, cuya decoración muestra el combate entre los dos héroes griegos.
En las islas y ciudades de Jonia el estilo de la cerámica no era tan rigurosamente geométrico como aparece en los productos que proceden del continente; en algunas escuelas de cerámica arcaica jónica, como las de Corinto y Rodas, se hace notable la influencia oriental. La cerámica de Corinto y de las islas no tiene representaciones figuradas con escenas de funerales; la decoran zonas de rosas, esfinges, leones, cérvidos y palmetas, que son frecuentes en el repertorio tradicional de Oriente. El empleo de los vasos de las islas y de Corinto es también diferente del de la cerámica dórica: son en su mayoría alabastrones y aríbalos, pequeños receptáculos para aceite y grasas de tocador.

Vasijas corintias (Museo Arqueológico, Corinto). Piezas decoradas con figuras negras de animales, seres fantásticos y motivos florales.
Casi todos los vasos del Dípylon servían para contener cenizas de un cadáver, porque las pinturas que los decoran suelen representar escenas de funeral. En algunos están figurados el cadáver en su lecho mortuorio, con la esposa en la cabecera y los compadres o amigos cantando con gesto trágico, mientras las plañideras o lloronas, que entonan el vocero, se mesan los cabellos.


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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