La Oración de Cristo en el huerto de Andrea Mantegna


Esta escena se hallaba en la predela del retablo de San Zenón de la iglesia del santo, en Verona, de donde fue llevado a Francia como botín napoleónico. Los esbirros, guiados por Judas, parecen penetrar en la quietud e intimidad de este paisaje de tonos cálidos, donde las figuras de Jesús y los Apóstoles justifican las palabras de Vasari acerca del artista: "Supo tratar los escorzos de abajo arriba, cosa ésta ciertamente difícil y caprichosa".

(Museo de Bellas Artes, Tours). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Entradas populares de este blog

Capricornio de Max Ernst

El puente de Westminster de André Derain