Punto al Arte: Casas y Els Quatre Gats

Casas y Els Quatre Gats

El desastre colonial y la crisis del fin de siglo producen un desgaste del decorativismo simbolista cuya muestra más evidente es el grupo de artistas catalanes que se reúnen en la cervecería de Els Quatre Gats de Barcelona, inaugurada el 12 de junio de 1897. Els Quatre Gats respondía a una idea de Miguel Utrillo, un ferviente modernista, y hecha realidad por Pere Romeu, que quiso inagurar en Barcelona un local polivalente que pudiera acoger obras teatrales, recitales de música o incluso exposiciones, según el modelo de Le Chat Noir de París, en el que Pere Romeu había actuado como cabaretier. Ocupaba los bajos de un edificio muy significativo del gusto del momento, la Casa Martí, de la calle Montsió, y estaba presidido por la famosa pintura El Tándem, de Ramon Casas.



Ramon Casas y Pere Romeu sobre un tándem de Ramon Casas (Museu Nacional d'Art de Catalunya, Barcelona). Esta obra presidía el salón de la cervecería Els Quatre Gats de Barcelona. En este óleo de tema humorístico el genial cartelista catalán altera el monocromatismo con leves pinceladas rojas y las masas de color blanco que conforman los cuerpos de los dos ciclistas. Ambas figuras son las caricaturas del pintor y de un amigo, al que parodió con unos jocosos versos, hoy borrados, sobre la postura torcida del acto del pedaleo.




Madelaine de Ramon Casas (Museo de Montserrat). Pintado en 1892 durante su estancia en Montmartre, este retrato manifiesta la atracción que sentía su autor por los temas populares y sus evidentes referencias al impresionismo de Degas, cuya obra descubrió probablemente en esa época.

En estos años, Casas disfrutará del protagonismo que había tenido Rusiñol durante el triunfo del Cau Ferrat. Mientras triunfaba el simbolismo, Casas se había mantenido fiel a corrientes más veristas, acordes con la nueva visión del entorno que, junto con Rusiñol, había aportado de París a principios de los noventa. Casas evoluciona de los temas de Montmartre a visiones más directas de la sociedad, como Garrote vil (1894, Centro de Arte Reina Sofía, Madrid) o Corpus. Sortida de la processó de l'esglesia de Santa Maria (1898, Museu Nacional d'Art de Ca talunya, Barcelona). El Casas del fin de siglo es el creador de un nuevo cartelismo muy directamente inspirado en Toulouse-Lautrec, el que triunfa como dibujante en Pel i Ploma y el que inicia una temática que le haría famoso, las manolas, que alterna con su faceta de retratista y de magnífico cronista de la sociedad catalana del momento.


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

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