Morales, Rodolfo (Ocotlán de Morelos, Oaxaca, 8 de mayo de 1925 - Oaxaca de Juárez, México, 30 de enero de 2001) fue un pintor surrealista mexicano, que incorporó elementos de realismo mágico en su obra, como el lienzo surrealista titulado "El sueño". Fue notable por su restauración de edificios históricos en Ocotlán. Creó en Ocotlán de Morelos, Oaxaca un centro de arte fomentar la educación, la cultura y las artes.
Biografía
Nació en Ocotlán de Morelos, Morales fue un niño solitario que a menudo encontró consuelo en el dibujo. De 1948 a 1953 estudió arte en la Academia de San Carlos en la Ciudad de México. Se graduó como profesor de dibujo y comenzó una carrera de 32 años como profesor de arte en la Escuela Nacional Preparatoria Número 5, una posición que ocupó desde 1953 hasta 1985.1
En 1965, en la organización de una fiesta de Navidad en casa de su amiga y pintora Geles Cabrera, utilizó collages como decoraciones. Le gustaba su trabajo y sugirió un oficio: una escultura de una pintura. Este reconocimiento estimula a Morales, concentrar todos sus esfuerzos en la pintura y, de ganar dinero extra, organizó exposiciones de su obra en galerías pequeñas alrededor de la capital. En 1975, fue persuadido por Cabrera para celebrar su primera exposición en solitario en la corriente principal de la Casa de las Campanas, la Galería de Arte en Cuernavaca. Aquí sus cuadros llamaron la atención del famoso pintor mexicano Rufino Tamayo quien más tarde ayudó a establecer contactos con los críticos de arte y galerías de todo el mundo, dando lugar a una serie de exposiciones colectivas e individuales.
Obra realizada en 1948 por este polifacético artista -pintor, escultor, escritor- que fue uno de los fundadores del grupo surrealista. Su obra es variada, multiforme, caracterizada por un inacabable afán de invención que le llevó tanto a descubrir objetos y a unirlos en extrañas composiciones totémicas como a modelar grandes divinidades de un raro sabor arcaico. (Museo Nacional de Arte Moderno, París). Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
También llamado Charing Cross Bridge fue realizado en 1906. Aquí el color produce violentos contrastes, pero parece seguir ciertas leyes de armonía, ya que los planos de color se escalonan del verde intenso hasta el verde grisáceo del fondo. La pintura se ha aplicado desde luego con rapidez y agresividad, directamente tal y como sale del tubo, como si el ansia de adaptar la forma al color lo dominase todo. Sin embargo, existe cierta estructuración geométrica. (Musée d'Orsay, París)
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