Cabeza de Eros de Lisipo

 

A Lisipo no le hacía falta esculpir el cuerpo de sus figuras para dotarlas de una gran fuerza expresiva. En este caso, la intensidad emocional de este rostro recae en su mirada y en el escorzo de la cabeza.

Museo Éfeso, Selcuk

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

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