Lanfranco, Giovanni di Stefano (Parma, 26 de enero de 1582 – Roma, 30 de noviembre de 1647) fue un pintor italiano del periodo de transición del clasicismo romano-boloñés al Barroco pleno. Biografía
Lanfranco nació en Parma, donde empezó como aprendiz del boloñés Agostino Carracci. Destacó en la decoración de cúpulas que parecían abrirse hacia el cielo. Durante las primeras décadas del siglo XVII rivalizó en Roma con Domenichino por los encargos de pinturas al fresco. Una medida de la competición puede verse de la acusación que públicamente lanzó (no sin cierta razón) contra Domenichino, de plagio en su pintura La última comunión de san Jerónimo,1 hoy en la Pinacoteca Vaticana.
Lanfranco recibió la influencia del valenciano José de Ribera, establecido desde joven en Nápoles. Hacia 1635 aportó varias pinturas a un extenso ciclo sobre gladiadores romanos y demás escenas de la Antigüedad, para el Palacio del Buen Retiro en Madrid. El Museo del Prado posee varios ejemplos de ello.
Su estilo puede considerarse resultado de un compromiso entre clasicismo y caravaggismo, aunque pese más la influencia boloñesa, quizá como consecuencia de que muchos de las obras que se le encargaron tenían como asunto la alegoría o la mitología clásica. En cualquier caso, fue un excelente colorista, y sus composiciones destacan por su solidez, sin abandonar la energía y el movimiento típicos del Barroco decorativo.
Obra realizada en 1948 por este polifacético artista -pintor, escultor, escritor- que fue uno de los fundadores del grupo surrealista. Su obra es variada, multiforme, caracterizada por un inacabable afán de invención que le llevó tanto a descubrir objetos y a unirlos en extrañas composiciones totémicas como a modelar grandes divinidades de un raro sabor arcaico. (Museo Nacional de Arte Moderno, París). Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
También llamado Charing Cross Bridge fue realizado en 1906. Aquí el color produce violentos contrastes, pero parece seguir ciertas leyes de armonía, ya que los planos de color se escalonan del verde intenso hasta el verde grisáceo del fondo. La pintura se ha aplicado desde luego con rapidez y agresividad, directamente tal y como sale del tubo, como si el ansia de adaptar la forma al color lo dominase todo. Sin embargo, existe cierta estructuración geométrica. (Musée d'Orsay, París)
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