El simbolismo es posiblemente la
corriente estética que mejor define los gustos del fin de siglo en todo el
mundo occidental. El simbolismo en Europa se elabora lentamente desde la evolución
de la estética romántica y se define esencialmente por sobreva-lorar los
significados de la obra de arte por encima de sus resultados formales. Es una
estética que se sitúa en una posición antitética a los logros técnicos del
impresionismo y del postimpresionismo. En España, las distintas tendencias
simbolistas europeas, prerrafaelismo, parnasianismo, esteticismo o
decadentismo, son asimiladas contemporáneamente y de manera global, al margen
de las muy diferentes connotaciones que pudieran tener en sus orígenes, y no se
oponen, en el caso de la pintura, los contenidos del simbolismo con la práctica
impresionista.
Sin embargo, la corriente más
popular del simbolismo es la del simbolismo más trivial que practican artistas
seducidos por el decorativismo que domina muchas de las opciones simbolistas y
que se relacionan con el gusto del Art
Nouveau. Este es el caso, por ejemplo, de Adriá Gual (1872-1944), Joan
Brull (1863-1912), Josep M.a Tamburini, en Cataluña; de algunos temas del
granadino José M.a Rodríguez Acosta (1878-1941); del madrileño Eduardo Chicharro (1873-1949), y sin duda el más conocido, el cordobés Julio Romero de Torres (1874-1930), autor de obras tan significativas como el Retablo del Amor (1910), del Museo de
Arte Moderno de Barcelona.
También deben considerarse dentro
del simbolismo, por el tipo de corporación, muchos de los artistas catalanes
que pertenecieron al Cercle Artístic de Sant Lluc, una agrupación de
arquitectos, escultores y pintores, de signo claramente católico, que se inspira
en los gremios medievales o en las más recientes corporaciones de artistas como
podría ser -salvando distancias tanto cronológicas como conceptuales- la de los
prerrafaelistas ingleses. El artista más significativo de este grupo es
Alexandre de Riquer (1856-1920), una compleja personalidad, ilustrador, pintor,
diseñador y poeta, muy influido por el esteticismo inglés y probablemente el
artista que alcanzó cotas más importantes en la definición del arte decorativo.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.